Capitulo 3

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*Separación*

Yuli:

No tuve tiempo ni de recordar lo que soñé. Solo sé que me levantaba tarde y decidí coger mis llaves en ese mismo instante. Tome una ducha muy rápida y me vestí con lo que encontré. Me miré unas dos veces en el espejo y me bucee el culo unas cinco veces.

Mamii pero que buena estás quién diría que te gusta un niñito.

Mi amiga terminó con su novio hace unos meses, el y yo tenemos una historia oculta, aunque no es tan grande ese pecado. Un beso o bueno... Más bien unos cuantos han hecho que Joseph y yo tengamos un secreto en común. La verdad de todo esto , es que yo le gustaba y el me gusta a mí. Razón por la cuál me lo besé muchas veces y así el niño aprendió a besar. Luego surgió el viaje de Beca y lamentablemente se separaron. Al menos decidieron cortar la relación por la buenas, en parte me dolió verlo llorar. Joseph es un chico interesante muy inteligente y guapo, tiene un nose que lo hace muy peculiar. Es tan especial que tuvo los huevos para llamar la atención de dos jóvenes de veintitrés años con tan solo diesiseis añitos y si me refiero a su antigua novia y a mí. Es que era y es todo un caballero y yo me muero por un chico así. Me enamoré de él porque yo decía:

Cuando sea más grande tendrá más conocimientos y sabrá elegir. Será legal para mí y me lo voy a quedar.

Pero creció el condenado. Solo que su mente seguia igual, era un chico muy inocente, ni como corromperlo, me causaba mucha ternura y eso me exitaba. Me lo imaginaba gritando porque le estaba estropeando su mente pero a la vez lo imaginaba sentadito esperando a que le hiciera sus galletas y panqueques. Se ve tan tierno que provoca hacerle muchas maldades y mimos.

-Yulii- gritó mi hermana

-Joseph... Diga Yuli, que diga, VOYYYY- dije balbuceando.

-¿Que te sucede? Mira lo tarde que es y tienes que dejarme en el instituto.

-Lo siento

-Si... Se que sientes la cosa imaginaria de tu niño de preescolar- recalcó Lucy, mi hermana.

-Oye bájale un poco vale, ¿Insinuas que me lo estoy cogiendo?- Pregunté en un tono revoltoso- espero que a la próxima nos trates con más respeto- recalqué con algo de amargura.

Mi sangre estaba hirviendo y no estaba conciente del tiempo que estábamos perdiendo. Pero por Dios como podía expresarse así de el. Era una criatura tan inocente que hasta podría adoptarlo como mi hijo... Bueno no, porque besarme a mi hijo no sería algo bueno en la sociedad y para el tampoco. La discusión con mi hermana se extendió un poco más pero ya estaba llegando al límite.

-Si sigues así tendré que decirle a los García de tu pequeña obsesión con su pequeño aspirante de doctor - amenazó con un tono burlón.

- Lu...

- Tu decides hermanita, o te buscas un hombre de verdad o todo mundo se entera

-¡EL ES UN HOMBRE DE VERDAD!

-No me grites- rebatió mientras me soltaba una cachetada- esto es para que no me levantes la voz.

-Me... Me pagarás con lágrimas por esto- le dije mientras miraba el suelo- Y espero que te guste caminar o ir en bus, porque yo no planeo llevarte.

Ella quedó perpleja y luego de ese cruce de palabras mi madre decide hacer su entrada preguntando que nos pasa y yo solo pude mirarla y negar con la cabeza. Mi hermana hizo lo mismo y se fué sobándose las manos. Me abrí camino hacia mi auto cuando ví a mi madre correr hacia mi. No presté atención y subí para irme lo más pronto posible pero mi mamá alcanzó la ventana del coche.

- Hija por favor no seas tan extremista con tu hermana- Me suplicó- se que es molesto pero es tu hermana.

La miré fijamente sin apartar la mirada -Mamá a mi no me molesta llevarla, me molesta que no me respete, que siempre se burle de mi- Respondí con un sollozo a punto de quebrar mi voz- No puedo tener una vida que se guíe por mis pasos, sino que tengo que aceptar un molde por la sociedad. Mami las personas son malas y a veces no les importa si es un familiar... Lo lastiman y lo hieren hasta agonizar. Yo en definitiva quiero algo duradero, no se que más decirte mamá no quiero regar mi maquillaje así que... Es mejor hablar en otro momento. Adiós.

-Te entiendo hija - susurró ella agachando el rostro como si se diera cuenta de mi dolor.

No quería llorar así que no respondí nada más y me largue de una buena vez. En el camino pensaba en la voz de mi madre y en su mirada. La verdad madre es madre y ellas saben cuándo algo no está bien. Tu madre siempre estará ahí para cuidarte y no dejarte caer en la oscuridad, pero nosotros anhelamos la oscuridad. Nos encanta perdernos en un limbo dónde las emociones no tienen un desemboque y las pasiones se llenan de placer y lujuria porque no es más que un simple deseo el que nos lleva a la oscuridad. Una oscuridad la cual yo quería vencer. Pero lo deseaba deseaba perderme en la oscuridad, esa dónde mi alma estaría completamente desnuda y mi carne no tendrá más opción que sucumbir y probar de ese vino que te embriaga y te llena de poder. Quería el éxtasis definitivo y no regresar. Estar condenada y ser castigada si era necesario. Porque así somos... Amamos lo malo y aunque suene a ironía, amamos a lo que más nos hace daño.

Me fuí sexy para el... Ojalá el ya sepa diferenciar entre linda y sexy. Estoy loca,de verdad estoy perdida y no tengo salvación... Niño, allá voy.

De camino hacía la universidad donde estaba el chico por el cual había hecho tantas locuras me suena el móvil con dos mensajes de Beca:

Siempre quisiste cogertelo

Espero que le quites esa etapa de niñito consentido.

La verdad me daba igual lo que ella pensara o dijera a fin de cuentas ella nunca lo trató bien. El era más una mascota y no un novio, era el centro de atención por ser un niño tierno y en parte ella se lo gozaba. Me calmé un poco al escuchar algo de música, me gusta el piano suave, rodé un poco más y hasta llegar a mi destino. Me bajé del coche y miré hacia el fondo y allí estaba el... En el cafetín tan solo como siempre. Al menos conmigo ya no lo estaría. Me acerqué aunque sabía que pronto me tenía que ir y dejarle solo nuevamente. Sin embargo quería estar ahí para el y darle un poco de eso que dejó atrás por estudiar a un nivel más superior. En realidad era una carrera muy humilde y llena de sacrificios y yo por eso lo admiro demasiado.

Después de no haber hablado mucho con el, solo me tocó dar media vuelta y aferrarme solo al recuerdo de que una vez lo cuidé, como si fuera un niño pequeño como si no, tuviera madre y dependiera solo de mi.

Me marché con muchos recuerdos en mi mente y ya no volví a saber de el. Mi vida cambio en un abrir y cerrar de ojos.

P17Where stories live. Discover now