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El beso fue inocente, pero demasiado intenso, ambos tenían mucho tiempo esperando a que sucediera y una vez pasó, no querían separarse. Y pese a lo dulce del momento, algo pasó por la mente de ambos, dos diferentes visiones para cada uno.

Arabella no podía separarse del beso, porque la visión la mantenía pegada a Draco y de pronto, ya no estaba en los Campos de entrenamiento, estaba en los baños donde comúnmente se encontraba Myrtle, la llorona. Se veía a sí misma y a Draco, sentados en el suelo, llorando, mientras Draco le explicaba algo que Arabella apenas podía entender por la distorsión del recuerdo.

—Tengo la marca, él me eligió... no siento que pueda hacerlo... ¿Quién me va a salvar a mi mismo?... Esta es la única vida que conozco... Estoy completamente solo, pero... debes alejarte...

Arabella no sabía a que marca se refería, pero sabía que era algo malo, algo horrible por el estado en el que ambos se encontraban.

—Draco...—La Arabella de ese recuerdo dijo muchas cosas, de las cuales solo se entendió.—No voy a alejarme, nunca cambiará mi mente... porque... moriría por ti, mentira por ti...

En ese momento los protagonistas de aquel recuerdo, unieron sus labios en un beso igual al que estaba ocurriendo en los Campos de entrenamiento.

De manera alterna, Draco tenía una visión distinta a la de Arabella, estaban en una especie de casa que no reconocían, junto a Snape. Draco solo veía como aquella situación era tan parecida a una despedida, ambos decían palabras distorsionadas y lloraban, hasta que Snape le dio una poción extraña a Arabella que la estaba... ¿Matando?

En el recuerdo, Arabella caía al suelo y Draco la sostenía, mientras la veía esfumarse entre sus manos, cual humo blanco y brillante. Arabella parecía fuera de sí, mientras perdía el conocimiento.

—¿Por qué tiene que ser así?—Lloraba Draco mientras abrazaba a la chica.—¿...?, ¿Me escuchas? Te amo...

—Se está yendo, Draco.—Le explico Snape.

Los ojos de la chica se cerraron. Mientras el Draco de aquel recuerdo, sentía una ansiedad y dolor horrible.

—¡No te vayas! ¡Por favor no te vayas! ¡Te amo, ...! ¡No, no, no, mi amor, por favor no te vayas!—Draco gritaba desesperado mientras la chica terminaba de desaparecer entre sus dedos y este le deposito un último beso.

Pronto, Snape abrazo al chico que estaba en el suelo, evitando que temblara por ansiedad.

—¡Se fue! Señor, ella se fue, no se como seguir, señor...

En ese momento los recuerdos habían cesado y ambos había regresado en sí, ya no se sentían como antes del beso, ahora tenían un miedo por perderse uno al otro. Draco miro a Arabella con aquellos ojos grises, fríos como el hielo y ella lo miró devuelta.

—¿Viste lo mismo que yo?—Dijo Arabella sin separarse de Draco.

—¿Que viste tu?—Le cuestiono el chico.

—Tu me decías que tenias una marca, que alguien te eligió para no se que... Draco, estoy preocupada...

—No...—Se quejo Draco, ya que al instante supo a que marca se refería Arabella y creyó que esa fue la razón del porque la visión que tuvo.

Draco pensaba que aquellas visiones le mostraban el futuro e interpreto rápidamente que Arabella pudo morir a causa de sus acciones y no iba a permitírselo.

《 E f e c t o  M a r i p o s a . 》Where stories live. Discover now