La vida del Capitan de la Task Force 1-4-1 siempre ha sido un misterio. Incluso para sus amigos y compañeros de equipo más cercanos. Solo él carga con la soledad en medio de la noche y los tormentosos recuerdos del pasado que lo hacen hundirse en un...
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Si una cosa se había acostumbrado Leah a hacer alrededor de John era escuchar música de los ochenta. Aunque era más de música Pop, a veces durante el día haciendo ejercicio o alguna informe durante horas frente al ordenador, estaba con sus auriculares escuchando la playlist con las canciones que John le había dicho que escuchara.
Así que mientras Leah limpia un poco la cocina que estaba algo polvorienta, alguna canción de Rupert Holmes suena desde su pequeño estéreo. Y comienza a sospechar que ese es uno de los favoritos de John. Varias veces lo ha encontrado escuchando la canción de la Piña Colada mientras trabaja en la oficina, tarareándola mientras canta "If you like piña coladas And gettin' caught in the rain If you're not into yoga If you have half a brain If you like makin' love at midnight In the dunes on the cape Then I'm the love that you've looked for Write to me and escape".
El recuerdo la hace reír porque él no se detuvo en cantar porque ella estaba ahí, le sonreía y parecía que la iba a agarrar en cualquier momento.
Leah suspira secándose las manos con el paño de cocina. Su corazón todavía sintiéndose apretado por lo que John tenía que decirle.
Tocan el timbre de su departamento y deja el paño sobre la encimera para ir a abrir, el departamento es pequeño, un salón que va con la cocina divida por una Isla pequeña, dos puertas atrás. La habitación de Leah y el baño.
Ella abre la puerta con el corazón en la mano, de alguna manera se siente nerviosa y cuándo ve a John sosteniendo varias bolsas entre las manos solo atina a ayudarlo.
Solo una vez estuvo ahí John, cuando él la acompañó a buscar su teléfono que se había quedado en la mesa de noche junto a su cama y hicieron el amor ahí mismo antes de volver a la base.
—Hola — John saludó bastante animado para lo que Leah esperaba, pero su animo se aplacó un poco al verlo. Ella lo ayudó y cargaron las bolsas sobre la mesa de estar. Leah inspecciona las bolsas con curiosidad cuando John pasa las manos por su cintura y la pega a su espalda — Leah, amor —.
Ella se derretía cuándo le decía amor. Su acento era impecable y la derretía sin poder evitarlo.
John aparta el cabello de Leah de su hombro y cuello para poder presionar sus labios y barba en su piel. Las manos de Leah acarician los brazos de John alrededor de su cintura entrecerrando los ojos por la sensación de su cuerpo cerca del suyo.
—¿Que vas a hacerme de cenar? — ella susurra, girándose lentamente a él, pasando los brazos por su cuello. John la besa despacio pero profundo, sus labios se mueven una y dos veces mientras su corazón se acelera lo suficiente como para hacerlo sentir animado —.
—¿Puedo comerte a ti primero? — John entierra su rostro en el cuello de Leah, besando su piel y mordisqueando despacio mientras sus manos precionan la parte baja de su espalda —.
