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Dos días más tarde, Leah está sentada en un rincón de la cafetería de la base

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Dos días más tarde, Leah está sentada en un rincón de la cafetería de la base. Está repasando la información que tiene en la tablet.

Desde dónde se señala la salida de los misiles, hasta la conexión de estos robos con las explosiones terroristas de Hassan en el medio oriente. No había información explícita que dijera que Phil estaba metido en eso. Pero las señales eran claras.

Los misiles se habían perdido, Phil se había ido al medio oriente con sus Shadows un mes antes de que John se fuera al mismo lugar. Los mismos misiles que Farrah le había dicho a John que estaban en manos de Hadid. Las cosas se conectaban de a poco.

Gaz deja caer su bandeja con el desayuno.

—¿Por qué estás aquí sola y no con el capitán? —.

—Está ocupado. No quiero molestar — Gaz se lleva su café a los labios con una mirada extraña lo que hace que Leah aparte la mirada a él — ¿Qué?  —.

—Pensé que tú estabas con él porque pasé por su oficina y estaba riéndose con una mujer — la cara de Gaz en serio refleja inocencia y algo de confusión —.

—¿Qué? —.

—Hace poco llegó una mujer, traía comida y algunas cosas y se fue directo a la oficina de Price. La he visto antes ¿sabes? Creo que viene siempre al menos una vez al año — Leah frunce las cejas, sosteniendo la tablet en sus manos, lo que siente no puede explicarlo — no te digo para que te alteres solo...

—¿Quien es? —.

—No sé. Te lo juro — Gaz encoje los hombros con inocencia y cuando ve a Leah tan quieta que parece que ni respira deja la cuchara junto al plato — Oye... No te alteres —.

—No estoy alterada — pero su voz es como un gruñido y echa la silla hacia atrás. Gaz se ríe meneando la cabeza —.

—Oye ¿A dónde vas? — se ríe — no quiero meter al Capitán en problemas.

Leah lo ignora con una expresión burlona y avanza apretando la tablet en sus manos. Dobla por el pasillo hacia la oficina de John y cuando está por llegar a la puerta esta se abre.

Una mujer alta y esbelta de cabello negro corto, sale sosteniendo una bolsa de género vacía. Se vuelve a John abrazándolo por el cuello. Es obvio que se están despidiendo. Leah se detiene a escasos metros de ella cuando John la ve mientras abraza a la mujer.

—Leah... — murmura y la mujer se aparta de John alzando ligeramente las cejas, luego mira a John y su expresión es cauta mientras espera — oh, Leah ella es Samanta, Samanta ella es Leah —.

—¿Esa Leah? — La mujer alza las cejas mirando a Leah y John asiente acomodándose el sombrero en la cabeza —.

Esa Leah — John se mete las manos en los bolsillos de sus pantalones tácticos militares y mira el suelo con las mejillas un poco rojas y muy pocas veces, de hecho casi ni una vez Leah lo ha visto con las mejillas un poco coloradas —.

𝑨𝑫𝑶𝑹𝑬 𝒀𝑶𝑼 ➝ 𝑱𝑶𝑯𝑵 𝑷𝑹𝑰𝑪𝑬Where stories live. Discover now