El Juego Al Que Nadie Gana

Capítulo 13

2025. Londres

Sus verdaderas intenciones.

Adeus Masseati

Cuando me enteré que Emerith estaba cn el demonio que hace años era mi hermano, un escalofrío recorrió mi cuerpo lleno de miedo y preocupación por ella. Mi mente solo repetía una y otra vez la misma frase hay que salvarla antes de que sea tarde. Porque con Gabriel o es muy pronto o muy tarde y no estaba dispuesto a perderla.

Miré a Orik con la mandíbula apretada y los puños alrededor de la silla en la que me encontraba atado.

- Necesitáis mi ayuda ¿O solo soy una moneda de intercambio? - intenté bromear y disimular que el corazón se encontraba ahora en la garganta.

Orik sabía que haría lo posible por salvar a su hija, mis sentimientos siempre me llevarían a ir detrás de ella fuese lo que fuese.

- Necesitamos que la saques de allí - suspiró mirándome con pena - Tú más que nadie sabes de lo que es capaz Gabriel - tragué al oírle.

Gabriel era mi hermano y ellos podrían pensar que la sangre es mas importante para él wue la venganza pero no lo es. Nunca lo ha sido. Desde pequeños su único pensamiento siempre fue saciar su sed de venganza.

Reteni las lágrimas que luchaban por salir cerrando los ojos. Había llegado el momento de elegir, Emerith o yo. Estaba asustado pero no por tener que tomar esa decisión porque era algo que tenía claro. Ella no iba a morir, no ahora, no tan joven.

Me tocaba a mí, era mi momento d demostrarle que mi amor por ella siempre fue real. Tenía miedo de volver a ver a mi hermano. Nuestro pasado era algo que ni siquiera podría contar sin que el demonio saliera de mi.

Estaba aterrado porque sabía que en cuanto mis ojos y los suyos conectarán, me volvería como él. Le daría lo que merece aunque no estuviera en mis manos decidir. Le mataría de la forma más cruel que existe.

Repire hondo y alce la mirada. Sonreí a Orik y él me devolvió la sonrisa orgulloso de mi decisión.

- Lo haré - empecé a decir con voz burlona - Pero necesitaré armas.

El padre de Emerith asintió y levantó su mirada hacia Dereck dándole a entender que me soltará.

Sonreí de nuevo pero mi sonrisa creció al ver cómo mis manos eran liberadas por fin. Me toqué la muñecas y las apreté sintiéndome más fuerte que nunca.

- Dame las armas e iré a salvar a Emerith - Orik sabía que detras de esas palabras había algo más, algo como que acabaría con la vida de mi hermano.

Pero él también sabía que Emerith nunca saldría herida si de mi se tratará