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Los golpes no se detenían, eran intensos, rápidos y con desesperación. Joaquín sabía exactamente quién era, sabía que una vez que abriera esa puerta no habría vuelta atrás y daría paso a la bestia a su propia casa. Y fué exactamente cómo lo imaginó, al abrir esa puerta que no paraba de ser golpeada se adentró un musculoso hombre rizado que lo hacía tremendamente feliz.

Osorio no esperó invitación para adentrarse y fué directo hacía la boca de su novio, atacando con fuerza, desesperación, anhelo y necesidad. Bondoni un poco aturdido gimió de placer al sentir la lengua del contrario invadir su boca con brusquedad, las manos del rizado no dudaron en irse al lugar que tanto amaban y apretar con amor. El culo de Joaquín. Emilio empujó a Joaquín hacía la pared algo desesperado sin importarle siquiera si dejaba la puerta abierta.

— Cierra... la... puerta... que entra... lola... — Pidió el castaño entre la desesperación del rizado.

Osorio se congeló al oír eso, separando en seco su cuerpo de su novio.

— ¿Lola? — Preguntó algo confundido — ¿Quién es lola?

Una sonrisa nació de los labios de Bondoni, Osorio juró ver que Joaquín hasta casi disfrutó de ese momento.

— Los ladrones — Soltó sin más Joaquín.

El rizado se quedó serio por unos segundos, incluso llegó a fruncir el ceño, pero fué algo efímero hasta que logró entender la broma que le hizo el contrario, sonrió antes de volver a dar un húmedo beso, y cuándo se dice húmedo, se refiere a con mucha saliva.

Últimamente Joaquín le decía bromas al rizado, quién no entendía al principio algunas, le costaba, pero terminaba sonriendo. Todo empezó cuándo estaban en un caso que no encontraban ventaja hasta que Joaquín dijo »Deberíamos hacerlo cómo Mario« dejando a un Emilio confuso que preguntó »¿Cuál Mario?« y la simple respuesta de Joaquín fué »El que te lo metió en el armario« Osorio juró en su vida que nunca le habían dicho mejor broma, llegó a llorar y al parecer el castaño vió lo mucho que le gustó y empezó a seguir haciendo bromas así.

Bondoni movió su mano tratando de tantear a suerte si encontraba la puerta para poder empujarla y cerrar, cuándo lo logró empezó a caminar junto con su novio hacía su cuarto sin dejar de besarse y tocarse. Joaquín llevó sus traviesas manos bajo la camisa del rizado para tocar ese abdomen que tanto le gustaba, gimió de excitación al sentir el suave vello que hace un tiempo el rizado empezó a dejarse crecer, su otra mano no perdió el tiempo y empezó a soltar el cinturón del mayor. No tardó mucho en sentir la abultada entrepierna del mayor ya que éste empezó a empujar su cadera para hacerle notar lo excitado que estaba.

A tropezones llegaron a la habitación del menor, Emilio no soltaba a su novio y lo empujaba cada vez más con él, sintiendo que jamás era suficiente para sentir la cercanía de su novio. Cuándo el rizado sintió la traviesa mano del castaño llegar a su bóxer y apretar su miembro sobre la tela, soltó un ronco gruñido, sus manos rápidamente subieron a la cabellera de Bondoni para empujar hacía abajo y tratar de conseguir una mamada. Joaquín no pasó desapercibido las intenciones de su novio y se separó para negar.

— Emilio, sabes que no... la última vez casi me muero...

Osorio tenía otros planes y empezó a hacer pucheros para tratar de convencerlo, Joaquín soltó un gruñido bajo y murmuró:

— Está a punto de ser juzgado señor Osorio, cómo no gane éste caso no tendrá derecho alguno de pedirme ésto... — Sabía lo cachondo que se ponía Emilio cuándo hacían pequeños juegos de roles.

Emilio no esperó y se sentó al borde de la cama dejando el trabajo a su novio, que con lentitud empezó a bajarle los pantalones haciendo que Osorio se levantara un poco sólo para quitárselo por completo y dejarlo en bóxer, Bondoni se pasó la lengua por sus labios saboreando y extrañando eso, había dejado de hacerle mamadas al rizado porque la última vez Emilio no se controló y casi lo ahoga. Lentamente tomó el elástico del bóxer y empezó a bajar la tela que tenía prisionero al grueso y duro miembro de su novio. Cuándo se bajó completamente dejó libre la polla que estaba húmeda por el líquido preseminal, la toma con fuerza desde la base haciendo soltar un gruñido al rizado por el contacto y poco a poco empezó a masturbarlo simplemente por maldad, quería llevar a su novio al límite y estaba jugando muy sucio.

DESCONOCIDO // Adaptación Emiliaco Where stories live. Discover now