55 - Final

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Osorio estaba frente a la puerta que varias veces ha golpeado con desesperación. Pero ahora simplemente llevaba tal vez 10 minutos mirando la puerta y con miedo de poder encontrar la verdad tras la puerta. Sólo tenía que decidirse, así que tomó una bocanada de aire y golpeó lentamente la puerta, que 10 segundos después fué abierta dejando a la vista a un Joaquín hermoso cómo siempre.

— Emilio, tardaste — Afirmó con rareza el castaño, ya que el rizado jamás tardaba tanto en aparecer en su casa cuándo decía que iba — ¿Estás bien?

Pasaron unos segundo en dónde Emilio sólo se limitó a mirar serio el rostro del castaño, unos largos segundos.

— ¿Puedo pasar? — Preguntó serio

Joaquín asintió dudoso, estaba confundido por el raro comportamiento del rizado. Cuándo cerró la puerta detrás de su novio, Emilio pareció perder la fuerza y una lágrima se deslizó por su mejilla.

— ¿Emilio, estás bien? ¿Sucede algo malo? — Preguntó preocupado.

— ¿Me quieres de verdad? — Preguntó Osorio, tras un segundo de silencio.

Joaquín asintió — Por supuesto que te quiero, me haces muy feliz.

Entonces fué cuándo el rizado abrazó con fuerza al castaño, tomándolo desprevenido y dejándolo algo sorprendido.

— No me abandonarás, porque tú me quieres de verdad — Fué más una afirmación que una pregunta, pero sonó con miedo a que la respuesta fuera otra.

— Claro que no. ¿Porqué te abandonaría?

Un largo minuto de silencio dominó el ambiente en dónde se podía escuchar a Emilio sollozar.

— Porque... porque estoy gordo, viejo, peludo, tengo un hoyuelo en sólo una mejilla y se me hacen arrugas en los ojos al reírme — Lloró cómo si todo fuera el peor crimen — Me doy asco...

Joaquín no sabía cómo tomarse todo, realmente no tenía idea de dónde Emilip habrá sacado eso.

— Emilio, ¿de dónde sacaste eso? Tú eres perfecto, yo te amo cómo eres. Sabes que adoro tu pecho peludo, tu mejilla con un hoyuelo es muy linda, siempre me ha gustado y me gusta tocarla, ¿no te das cuenta? Y adoro esas arrugas en tus ojos cuándo sonríes ó ríes, amo todo de tí Emilio, sea quién sea él ó la que te haya dicho eso, está en un grave error

Osorio se aferró con más fuerza hacía Joaquín, cómo si tuviera miedo de que el castaño lo soltara.

— Gracias... Joaquín... Siempre sabes que decir — Sollozó el mayor.

— Te amo, Emilio, eso no cambiará...










Fin











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Seguimos..........










Nos vemos AlbertXioW.

DESCONOCIDO // Adaptación Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora