Star Quality [ Drarry ]

Capítulo VII

El lunes, Harry fue a trabajar. Intentó no pensar en Malfoy, se decía a sí mismo que Malfoy no era importante ahora, que no venía al caso. Debería estar pensando en el hechizo, en cómo deshacerlo si la varita que había pedido no funcionaba. Por desgracia, intentar no pensar en Malfoy significaba que acababa pensando en Malfoy, prácticamente todo el día.

Parvati no dejaba de lanzarle miradas extrañas, pero la tienda estuvo abarrotada durante casi todo su turno, así que se las arregló para evitarla. No tenía muchas ganas de hablar con ella. Ella podría intentar sondearle sobre su vida personal, preguntándole si había tenido un buen fin de semana, y él podría volverse loco y hacerle la pregunta en la que no podía dejar de pensar: si has escuchado a otro tío hacerse una paja, y te has hecho una mientras lo escuchabas, ¿está bien seguir llamándole por su apellido? ¿O eso los convertía en amigos? Harry tenía la fuerte sensación de que pajearse no era lo mismo que la amistad. ¿Y acaso quería ser amigo de Malfoy? Lo que quería era volver a casa, al mundo mágico. De vuelta a su agradable y sencilla vida, donde lo único de lo que tenía que preocuparse era de los malvados magos oscuros que intentaban matarlo. Consideraba que era mucho mejor que un mundo en el que, en algún momento, podría quitarse los pantalones delante del puto Draco Malfoy.

Harry no estaba seguro de que le permitieran llevar el teléfono encima durante su turno, aunque Parvati tenía el suyo fuera constantemente. Era la dueña de la tienda, o casi. Además, hoy ni siquiera quería llevarlo consigo. Así sabría con certeza si Malfoy -Draco- Malfoy le había enviado un mensaje o no. No sabía si quería que lo tuviera o no. Se dijo a sí mismo que no importaba, pero era consciente de que no era cierto. Quería que Draco le hubiera enviado un mensaje, para que pudieran tener una conversación adecuada sobre la anulación del hechizo, se dijo Harry con firmeza, en lugar de una en la que Draco intentara distraerle con vergonzosas farsas mentales. Si es que resultaba que necesitaba la ayuda de Draco. Que no la necesitaría. Se metió las manos en el bolsillo y cruzó todos los dedos para poder arreglar su error por sí mismo cuando llegara la varita. Al parecer, había sido él quien había roto la realidad, así que seguramente él podría arreglarlo. Todo lo que tenía que hacer era aguantar hasta entonces, intentar no perder la cabeza.

Cuando Harry terminó de trabajar, se negó a tomar algo con Parvati después del turno y corrió a casa, donde estaba su teléfono. Lo comprobó y encontró el símbolo de un buzón de voz, pero se sintió demasiado nervioso para escucharlo. Pero eso era estúpido, se dijo, así que se obligó a hacerlo, y sintió que se le hundía el corazón cuando oyó hablar a Hermione.

—¿Ya has intentado comprar una varita? —dijo ella— Pero se me ha ocurrido otra cosa. ¿No puedes... lanzar un hechizo que detenga los hechizos? —sugirió— Quiero decir, ¿cómo hiciste el hechizo en primer lugar? Vuelve a la escena y haz que termine. Llámame —terminó—, si quieres seguir hablando de ello.

—¡Ya lo he intentado! —Harry le dijo a su teléfono— ¡No funcionó, carajo! —pero supuso que no era culpa de Hermione. Era una idea bastante buena.

Harry soltó el teléfono, sintiéndose plano y decepcionado. Se dijo a sí mismo que era porque ya había probado la última sugerencia de Hermione, pero sabía que se estaba mintiendo a sí mismo. Aun así, pensó -tratando de animarse, porque estaba haciendo el ridículo-, había una buena razón por la que Malfoy -Draco- no se había puesto en contacto, ¿no? Estaba viajando a su lugar de actuación y haciendo lo que las estrellas del pop hacían en ellos. ¿Qué hacían?, se preguntó Harry. Comprobar que no sonaban demasiado mal, supuso, y practicar el baile para asegurarse de que no se iban a caer del escenario, ese tipo de cosas. Draco llamaría cuando hubiera terminado su actuación, supuso Harry. Siempre que no se hubiera caído del escenario.

***

Draco -no, Malfoy, definitivamente Malfoy- no lo llamó después de su actuación. Así que Harry tampoco le llamó, se fue a la cama y durmió mal.