Capítulo XII

2.1K 259 149
                                    

Harry llegó tarde al trabajo al día siguiente. Se despertó sobresaltado en una casa silenciosa, en lugar de los impacientes golpes en la puerta y el olor a café al que se había acostumbrado rápidamente. Parvati no le hablaba, recordó, y corrió hasta la tienda, para encontrarla callada y con el ceño fruncido, girando la cabeza cuando él le deseó unos nerviosos buenos días.

Supuso que se lo merecía. Había empezado a tener dudas sobre lo que estaba haciendo incluso al llegar al aeropuerto, pero sólo cuando el avión estaba despegando se dio cuenta de que tal vez había exagerado un poco. Para entonces, por supuesto, ya era demasiado tarde.

Una vez en casa, enchufó el teléfono para cargarlo y, demasiado nervioso para encenderlo, no dejaba de estremecerse ante los ruidos del exterior, por si era alguien que subía las escaleras para golpear la puerta. Casi esperaba que lo hicieran -esperaba que Draco lo hiciera- porque así, al menos, sería una prueba de que a Draco le importaba. Sin embargo, nadie lo hizo y, al final, se quebró, encendió el teléfono y vio, con gesto de dolor, cómo le llegaban un montón de mensajes.

"¿Cómo que vuelves a Londres? ¿Dónde estás ahora?"

"¿Te has vuelto loco? ¿En serio te vas sin hablar conmigo?"

"¿Puedes responder a mis malditas llamadas, por favor?"

"¿PUEDES LLAMARME, JODER?"

La notificación de llamadas perdidas indicaba -horriblemente- que eran 27. Harry pulsó el botón del buzón de voz, sintiéndose lo más bajo de lo bajo, pero aún así terriblemente enfadado. Si Draco no quería que Harry se fuera, entonces no debería haberse ido él primero, ¿verdad?

Draco sólo había dejado dos mensajes. En el primero, sonaba raro: nervioso, congestionado, como si estuviera muy resfriado.

"¿Harry? ¿Qué estás haciendo? Llámame cuando oigas esto." En el segundo, sólo sonaba enfadado. "Creía que los Gryffindors eran valientes." espetó. "Recepción me dijo que te habías ido. Más tonto yo, supongo. Pues que te den, Potter. Espero que tengas una vida realmente terrible".

Potter.

Le había dolido más que cuando Draco le había roto la nariz en quinto curso, lo que parecía que había ocurrido hacía cien millones de años.

Harry había llamado a Parvati, no quería ocuparse de esto. De todos modos, no importaba. Aunque Draco estuviera enojado con él, no era como si tuvieran un futuro, ¿no? Sólo quería arreglar el hechizo, arreglar su vida, olvidar lo que había pasado. Tal vez, para cuando muriera, habría logrado olvidar cuánto amaba a Draco.

Parvati no había sido de ayuda.

—¿Hiciste qué? —dijo incrédula.

—¡No estaba allí cuando me desperté! —protestó Harry, sintiéndose acalorado y ridículo.

—¡Probablemente fue a la tienda! —dijo Parvati.

—¡El hotel tiene mayordomo! ¡Tiene guardaespaldas! Pudo haber llamado a Pansy.

—Eres un completo lunático —dijo Parvati, sonando realmente disgustada—. Si no querías un novio en primer lugar, no debiste haberlo engañado. —y luego colgó, dejando a Harry sintiéndose peor de lo que había empezado.

Intentó devolverle la llamada, pero le saltó el buzón de voz y acabó parloteando sobre el trabajo en lugar de hacer lo que realmente le apetecía, que era llorar. Pero no iba a llorar; iba a seguir adelante.

Harry había pasado el resto del día esperando a que se hiciera de noche, las horas salpicadas de mensajes desagradables de prácticamente todas las personas que había conocido, con la excepción de la única persona de la que realmente quería saber algo. Luna le dijo lo decepcionada que estaba. Ron le dijo que era un cabrón. Pansy le dejó un mensaje de voz para decirle, con voz mordaz, que no se podía esperar más de él.

Star Quality [ Drarry ]Where stories live. Discover now