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◖ Lágrimas doradas, pieles cayendo a los suelos y un joven que todo lo ve.
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⤷ ༄ Créditos a la autor/a original: @ctaelips
⤷ ༄ Joshua / Top
⤷ ༄ Jeonghan / Bottom
⤷ ༄ ADAPTACIÓN
⤷ ༄ Finalizada
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Colores.
Luces.
¿Cabello negro?
Plumas doradas que se transforman en negras.
Ojos que se cierran y se abren cuando lo dicta Dios.
Y un demonio que busca clavar sus garras con devoción en su cuerpo casi desangrado.
— Hannie, despierta, ya llegamos. —Joshua lo zamarreó levemente en su brazo para que por fin pueda recuperar la consciencia. Movió su cabeza de lado a lado sintiendo que estaba sobre una superficie bastante mullida y al abrir lentamente los párpados notó que estaba durmiendo sobre Joshua. Tragó saliva pesadamente al detallar sus ojos oscuros viéndolo de una manera que no podía descifrar, y lentamente estiró su cuerpo para poder establecer una conexión con la realidad.
Woozi nunca había mencionado que el viaje era de dos horas, y tampoco había comentado que literalmente el lago se encontraba en medio de la nada. Lo único que lo rodeaban eran varias cabañas que estaban vacías y lo que parecía ser la estructura de un negocio. Dada la época del año obviamente ese paraíso visual se encontraba deshabitado, y la oscuridad de la noche sólo lo hacía parecer más lúgubre de lo que era.
Jeonghan enfocó su mirada en el reloj que estaba en la radio del auto, casi las tres de la mañana. Y cuando fue consciente de lo que estaba por ocurrir sus palmas comenzaron a sudar con devoción, su pecho se contrajo a niveles desorbitantes y estaba seguro de que podría hacerse encima. Además de la proximidad del cuerpo de Joshua con el de él, tan cercanos que podría sentir los latidos cada vez más feroces en su caja torácica.
Cuando estacionó el auto, Woozi volteó.
— Seungcheol y yo nos vamos a quedar acá en el auto por las dudas. —Woozi le tendió las llaves que tenían un bello colgante, dos alitas de vidrio que en cualquier momento podrían caerse y romperse. Jeonghan la tomó tragando saliva espesa, sintiendo su propia garganta cerrarse de los nervios.
— Es necesario que estemos acá, probablemente el demonio ya se enteró de lo que quieren hacer y está viniendo en camino. —Joshua sintió sus huesos congelarse de la impresión mientras que las llaves en los dedos de Jeonghan temblaron de manera voraz. Woozi abrió la boca indignado y le pegó en la cabeza a Seungcheol.
— ¿¡Puedes dejar de asustarlos!? —Exclamó y el Serafín cayó en cuenta de lo que había dicho. Con un gesto de ladino pidió disculpas y luego suspiró. Pasaron unos segundos antes de que el rubio pudiera proseguir —. Lo que quiere decir es que necesitamos ser precavidos con esto, si llega a venir el demonio ese de mierda Seungcheol puede distraerlo hasta que Joshua te cure.
— Sería bastante bizarro entretenerlo mientras ellos...
