Capítulo 39

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Ukai Keishin

Sé lo que significa esa sonrisa, la he visto tantas veces en el pasado.
Es la máscara para ocultar lo que en verdad siente, la mayoría de las veces es tristeza.

Esta vez, siento que es miedo.

Una vez todos los chicos se fueron arreglé el sótano, limpié la cocina con calma y me asegure de que la casa estuviera bien cerrada, para cuando terminé dieron las 7 de la noche.
Debería hacer algo de cena rápida para Ittetsu.

Regresé a la cocina y empecé a preparar unos emparedados con jamón de pavo y doble queso como le gustan, hice uno para él y dos para mí. Cogí dos latas de refresco y una vez verifique que todo estuviera listo, apagué las luces y subí las escaleras con las cosas en mano.
Caminé con calma hasta la puerta de nuestra habitación y toque dos veces con suavidad.

Normalmente entro sin más, pero sé que cuando pasan estas cosas debo asegurarme de que me quiera cerca y que esté listo para hablar.

- Puedes pasar - escuché su voz del otro lado haciéndome sonreír.

Abrí la puerta con dificultad por las cosas en mis manos y cerré con cuidado empujando con el pie.

La vista que me recibió es hermosa: Ittetsu sentado en la orilla de la cama, con solo la ropa interior y un enorme suéter mío levantado de un lado para permitirle a Hiro comer mejor.

- Hola, bonito - saludé bajo al ver a Hiro disfrutar de la comida, pero quedándose dormido -

- Hola, Keishin - saludó bajo aún admirando a nuestro bebé - es tan lindo, aún no tiene tanto cabello, pero sé que será idéntico al tuyo...

Reí levemente y me acerqué a dejar las cosas en la mesa de noche, Ittetsu me siguió con la mirada cada acción.

- ¿Trajiste cena? - consultó viendo el plato -

- Emparedados de pavo con doble queso - alce las cejas orgulloso de mi creación -

- Es perfecto, gracias por prepararlos, me estoy muriendo de hambre - me regaló una pequeña risa.

Me senté en la otra orilla de la cama tanteando qué tan cerca me desea.

- Puedes acercarte - comentó mirándome con calma -

- No quiero incomodar.

- Sabes que nunca lo haces, además quiero tu calor.

Sonrió levemente bajando la mirada al bebé pegado a su pecho.

- Ven aquí entonces.

Me acomodé contra las almohadas en el respaldar de la cama y palmé el espacio entre mis piernas, Ittetsu se sonrojó levemente, pero tomó bien a Hiro y se acercó para sentarse entre estas recostando su espalda en mi pecho, tomando su tiempo para acomodarse. Sonreí cuando noté el brillo contento en su mirada y respiró hondo.

- Ahora si me siento mejor - pronunció acariciando la cabeza de Hiro - ¿Los chicos se fueron bien?

- Si, le mandan saludos y besitos a ti y a Hiro - rió levemente asintiendo -

- Lamento no haber bajado a despedirme, fue grosero de mi parte.

- Para nada, todos entendimos, ¿Te sientes mejor?

Se quedó en silencio un momento.

- Siempre sabes cuando estoy mal. No soy muy bueno ocultando mis sentimientos.

- De hecho, lo eres, pero te conozco tanto ya, que no funcionan tus trucos.

Se volvió a reír y acostó su cabeza en mi hombro cerrando los ojos.

OPERACIÓN OMEGAWhere stories live. Discover now