× W A R M ×

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El Viernes estaba a la vuelta de la esquina. Su plan era entrenar todo lo posible los tiros juntos ya que ahora estaban más coordinados que nunca. Fueron al vestuario a cambiarse y enseguida sus actitudes cambiaron: ambos miraban al suelo sonrojados a sabiendas que lo que había ocurrido ahí previamente.
-Tenma. - le sobresaltó Shindou por la espalda. - ¿Lo del cuello es lo que creo que es?
Tenma se tocó el cuello confuso. Miró instintivamente el espejo y palideció: tenía un visible chupetón.
Se puso muy rojo y nervioso y balbuceaba al hablar. Shindou comenzó a reír junto con el resto del equipo que quedaban.
-Joe, qué fiera estás hecho Tsurugi. - dijo dándole un golpe en la espalda. Tsurugi le miró mal y siguió a lo suyo.
-Entonces, ¿lo vuestro es oficial? - dijo Kirino sonriendo.
Tenma y Tsurugi se miraron por un segundo, hasta que sintieron vergüenza de haber cruzado sus miradas.
-Pues sí. - dijo Tsurugi sin pensárselo dos veces. - Estamos juntos. - sonrió y cogió la mano del castaño tiernamente. Tenma le miró muy sonrojado y sonrió mirando al suelo.
-¡Por fin! ¡Qué bien! - dijo Kirino feliz
-Sí, bueno. Hasta que nos toque con ellos en la habitación. - dijo Shindou burlón mientras se marchaba.
Tenma se puso aún más rojo. Cada vez que recordaba el beso del día anterior su corazón daba un vuelco. Realmente deseaba mucho a Tsurugi pero le daba vergüenza mencionarlo.

El resto de días siguieron con regularidad. Cada vez que se iban a quedar solos en el vestuario Tsurugi le tomaba el pelo, pero en el fondo estaba muy nervioso. Al final era él el que siempre daba un paso al frente y eso le generaba mucha presión. ¿Y si Tenma se sentía presionado? ¿Podría dejarse llevar por sus impulsos o debería contenerse hasta saber los deseos de Tenma?
Todas esas dudas eran en vano, pues no volvieron a estar solos a no ser que fuera para acompañarse el uno al otro a casa.

Al llegar el día fueron como de costumbre en el autobús del Raimon hasta el estadio. Esta vez había mucha más gente que de costumbre esperándoles para pedir fotos, que firmaran balones... Etc. Como siempre, el que más gente acumulaba era Tsurugi. Siempre era el más popular en los rankings de fans y el que se llevaba el título a más guapo del Raimon, algo que Tenma no podía negar. Por primera vez Tsurugi saludaba con la mano a sus fans, que se derretían sólo con verle. Tenma sonrió pensando en lo mucho que había cambiado el peliazul, y también orgulloso de ser... Suyo...

El empezó bastante mal, pero era obvio que el Raimon acabaría remontando, especialmente con Tsurugi y Tenma de delanteros con su supertécnica conjunta.
Al marcar juntos el gol que determinó su victoria el castaño no pudo evitar abalanzarse sobre el peliazul, que le cogió por la cintura y le levantó del suelo. Él también sonreía feliz de haber logrado superar otro partido. Se quedaron mirando unos segundos hasta que bajó a Tenma del suelo. Le besaría, pero le daba vergüenza delante de tantos miles de personas.

Al llegar al vestuario cada uno celebraba a su manera. Por su parte Tsurugi se encerró en un cubículo para ducharse, dejando a Tenma solo con J.P. hablando de lo emocionante que había sido el partido.
Shindou, que había visto cómo Tsurugi se metía solo en la ducha; sonrió pícaramente y se acercó a Tenma con malas intenciones.
-Eh, Tenma. - le dijo cerca de la oreja. - ¿Aún no has visto a Tsurugi desnudo?
Tenma se puso rojo de pies a cabeza sólo de pensarlo, mientras miraba la puerta que le separaba de Tsurugi.
-¿Por qué no te duchas con él? - dijo empujándole hasta la puerta.
El castaño estaba tan rojo que parecía que iba a estallar. Su cuerpo no respondía y Shindou logró arrastrarle hasta la puerta.

Justo en ese instante un distraído peliazul salía tapado sólo con una toalla blanca. Al casi chocarse con Shindou y Tenma dio un paso atrás y les miró confuso.
-Ahí te dejo. - susurró Shindou en la oreja del castaño mientras le daba una palmada en el hombro, dejándole completamente rojo y petrificado a menos de un metro de Tsurugi en toalla.
-H-hola. - logró decir.
Tsurugi se dio cuenta de lo que había pasado y enseguida le pareció divertido.
-¿Qué pasa? ¿Te doy miedo? - dijo acercándose a él con una sonrisa burlona.
Tenma retrocedió y trató de mantener la mirada en sus ojos, pero era imposible.
-Puede que se me caiga la toalla sin querer. - murmuró acercándose más a él.
El corazón del castaño no podía más. Se dio la vuelta y volvió a por su mochila.
-¿Te vas a ir sin cambiarte? - rió.
-S-sí.
Tsurugi negó con la cabeza y se acercó a él para sentarse en el banquillo.
-Hey, era una broma. Mira.
Se quitó la toalla, provocando un microinfarto en Tenma, pero en cuanto vio que tenía puestos los pantalones aún se le pasó.
-¿Enserio creías que saldría desnudo arriesgándome a que se me cayera?
Tenma miró al suelo avergonzado mientras el peliazul reía y negaba con la cabeza.
-Sólo tú puedes verme sin ropa. - dijo en su oído.
De nuevo su cara empezó a arder. Miró hacia otro lado y cogiendo su mochila se dispuso a salir por la puerta del vestuario.
Tsurugi le observaba irse mientras se terminaba de vestir. Sólo de haber dicho eso su corazón se había acelerado. Tenía unas ganas terribles de hacerlo con él...

Cuando llegaron al hotel, Mark dio libertad para escoger las habitaciones que quisieran. Enseguida Tsurugi y Tenma se miraron, pero ninguno se atrevió a decir nada.
Shindou como de costumbre ofreció hacer una fiesta en su habitación, pero esta vez Mark dijo que había sido él el que había preparado una fiesta. Sería en el enorme jardín del hotel y tendrían hasta sus propios camareros y DJ. Esto y la reacción eufórica de los demás hizo que Shindou se enfadara por no ser el que lo organizaba.

J.P. enseguida fue a por Tenma para que le acompañara fuera. Él no podía decir que no, pero mientras se marchaba arrastrado por el pequeño miró a Tsurugi. Éste le lanzó una mirada de aprobación. A Tenma le hubiera gustado pasar ese tiempo con Tsurugi, pero él y las fiestas no eran compatibles.

Pasó un buen rato hasta que el cielo se oscureció. Shindou ya estaba borracho y Kirino le sujetaba mientras se reían por tonterías. Tenma se había empezado a aburrir. No había parado de pensar ni un sólo segundo en lo que se hubiera divertido si hubiera estado Tsurugi con él. Sólo habían pasado unas horas y ya sentía como si hubieran sido meses.

Cuando ya estuvo cansado anunció a J.P. que se iría. Se fue a paso rápido antes de que le pudiera preguntar dónde iba a dormir. Aún no lo sabía, pero lo propio sería dormir en la habitación de J.P..

Entró al edificio y subió las escaleras. Su corazón se aceleró al llegar a aquel pasillo oscuro y silencioso en el que estaban las habitaciones. Iba buscando la de su compañero, pero a la vez estaba atento por si veia a Tsurugi.
-Te estaba esperando. - le sobresaltó una voz detrás suya. Enseguida su corazón se desbocó. - ¿No quieres dormir conmigo?
Cuando se giró se encontró con los ojos amarillentos que tanto amaba. Se ruborizó en cuanto hicieron contacto visual y el peliazul empezó a acercarse.

Tenma se limitó a asentir tímidamente y el peliazul abrió la puerta que se encontraba a su izquierda, invitándole a entrar antes que él.
Con el corazón en un puño el castaño entró a la habitación. Era algo más bonita que las habitaciones de hoteles en las que habían estado anteriormente: tenía varios muebles de decoración realmente bonitos, alfombras y lámparas que lo hacían ver muy lujoso. Se fijó en cómo sólo había una cama y enseguida se puso nervioso.

Tsurugi cerró la puerta tras de sí y miró a Tenma con su sonrisa de medio lado. Observó por un momento lo tierno y lindo que era. Se acercó a él para acariciar los mechones de pelo que caían por su cara, mientras pensaba en lo perfecto que era. El castaño apartó la mirada, sonrojado hasta las orejas, lo que le pareció más adorable todavía.
-¿Vas a dormir ya? - preguntó separándose de él.
A Tenma le pilló por sorpresa. Ni siquiera él sabía por qué estaba ahí si no estaba cansado. Bueno, sí lo sabía. Quería estar a solas con Tsurugi.

{ I won't let you go } Tsurugi X TenmaWhere stories live. Discover now