× F A I L ×

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Tenma se levantó aquella mañana mejor que nunca. Los rayos de sol que entraban a través de los hilos de las cortinas le iluminaban la cara, mientras estiraba sus brazos lo más que podía. Se había levantado de muy buen humor.

Salió de su casa más alegre que nunca. Por fin había acabado con la tensión que había estado arrastrando los días atrás y había solucionado los problemas que le atormentaban y a los que daba vueltas sin parar. Una inmensa liberación había invadido su cuerpo y estaba ahí para quedarse todo el día.

Pero por alguna razón había algo que no le permitía estar satisfecho del todo. No sabía exactamente el qué era, pero ahí estaba, en un rincón de su pecho molestando.

Respiró profundamente, tratando de ignorar que había algo que se había quedado sin aclarar; pero la sensación fue aún más fuerte cuando vio a alguien adelantándole.

Tsurugi.

Caminaba a paso más rápido que él y con la mirada fija en el horizonte. Iba tan seguro e intimidante como siempre.

Tenma se quedó quieto en el sitio, sin dar un paso más. Todo tras haberle visto pasar. Cogió su cara con las dos manos. Estaba ardiendo.

¿Por qué seguía pensando en Tsurugi si todo había pasado?

No tuvo tiempo de seguir haciéndose preguntas estúpidas, la clase iba a comenzar.

Aunque durante las clases se olvidara por un momento había algo que era inevitable: el entrenamiento. En cuanto recordó éste, su corazón se disparó por completo. Trató de tranquilizarse pero le fue imposible. Cada vez estaba más confuso.
"¿Qué mierdas te pasa, Tenma?" no dejaba de preguntarse.

El tiempo pareció detenerse cuando Tsurugi entró en el vestuario mientras Tenma se cambiaba dándole por ausente. Comenzaron a temblarle las manos, pero para su suerte Tsurugi fue a cambiarse al baño.

El suspiro que soltó le duró poco, pues comenzó a pensar:
"¿Cómo se verá Kyousuke sin camiseta?

Tapó su boca inmediatamente, como si lo hubiera dicho en voz alta. ¿Qué acababa de pasarse por su cabeza?
La única solución lógica comenzaba a aparecer más y más por su cabeza, casi como fantasmas atormentándole.

Acaso...

En el entrenamiento apenas pudo concentrarse. No daba ni una y a Shindō no le estaba haciendo ni pizca de gracia. Miraba lo torpe que estaba Tenma ese día y cómo estaba en otro mundo por completo.

-¡Matsukaze! - le gritó cuando su paciencia había alcanzado el límite. - ¡En nada tenemos un partido! ¡Tómatelo en serio!
Todo el equipo comenzó a prestar atención a Tenma. La incomodidad se apoderó de él y si era posible empezó a hacerlo peor. Tropezaba sobre sus propios pies, no le daba al balón y golpeaba a sus compañeros.

-¡Matsukaze! - volvió a llamarle de nuevo el capitán. - ¡Ponte a hacer pases con Kyousuke! Así se entretiene él también que no está haciendo nada.
No sabemos qué cara fue mejor, si la roja como un tomate de Tenma o la de Tsurugi completamente ofendido por el comentario.

Sin rechistar se fueron los dos a una esquina del campo a practicar.
-Como falles una te mando a la mierda.
Tenma tragó saliva, sabiendo perfectamente que fallaría todos y cada uno de los pases. No podía permitir estar tan sumamente inútil, pero el simple hecho de estar a cinco metros de Tsurugi le hizo ponerse muy nervioso, tanto que sus manos y su cuerpo entero comenzaron a temblar a la vez que sudaba y su cara se volvía roja.

"¡Concéntrate!" se repetía una y otra vez. Pero no era suficiente. Nada era suficiente para calmarse.

Sin saber ya qué hacer con él, Shindō le mandó quedarse entrenando mientras todos se iban a cambiar para irse a casa hasta que metiese diez goles seguidos. Y ni aún con esas de no haber portero no lo consiguió hasta varios intentos, cuando se calmó al fin. Para entonces todos se habían cambiado ya y estaba solo.

"¿Cómo he podido montar semejante espectáculo?" se preguntaba mientras iba al vestuario a paso lento y pesado. "Todos se han dado cuenta de que pasa algo..." Puso una mano en el lado izquierdo de su pecho y suspiró profundamente, llenando sus pulmones de aire y expulsándolo.
"Pero aún no sé lo que pasa... No, espera... Aún no estoy seguro de lo que pasa..."
Bajando las escaleras del vestuario no se cayó de milagro, pues estaba tan concentrado en pensar y admitir lo que iba a decir que eso era lo más importante.
"¿Y si de verdad me gusta Kyousuke?"
Su corazón se detuvo, y no sólo por eso, si no que en el momento que abría la puerta del vestuario vio que ya había alguien dentro. Quien acababa de mencionar en su cabeza.

Su rostro se volvió rojo y sus ojos se abrieron como platos. El peliazul se disponía a quitarse la camiseta. Tan sólo pensar en que al fin vería el torso de modelo y aquella espalda que debía tener Tsurugi hacía que se estremeciera a la vez que se emocionaba.

Como ya se había subido la camiseta casi hasta el pecho, en aquella fracción de segundo en la que Tsurugi aún no se había percatado de su presencia; Tenma pudo deleitarse con el atlético cuerpo de Kyousuke. Aquellos abdominales marcados frutos de un duro esfuerzo diario hacían que Tenma sintiera ganas de desmayarse. Pero había algo más.

En cuanto vio que estaba ahí, Tsurugi se bajó la camiseta rápidamente. A juzgar por la cara de Tenma, completamente pálida y llena de dudas; era demasiado tarde para ocultar nada..

Ambos se miraron con la misma cara, aunque la del castaño era más un tono agudo de preocupación.

"¿Eso eran" comenzó a preguntarse alarmado Tenma. " cicatrices?"

***

Buenas!!! 💞
No sé cuándo volveré a actualizar ya que recién estoy de vacaciones y entre viajes y cosas... Pero tranquilxs que no me olvido de vosotrxs!!!

{ I won't let you go } Tsurugi X TenmaWhere stories live. Discover now