Ladridos de amor

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Pomeverse🐶❤️

Ellos se conocieron los de la infancia tenían muy buena conexión a pesar de ser polos opuestos, mientras que Izuku Midoriya es un chico muy lindo tanto física como mentalmente, Katsuki Bakugo es un chico con un fuerte carácter, eso no quitaba lo atractivo que es visualmente pero a él le quedaba más el concepto de bravo, supongo que al ser un pomega era más que obvio que sería de esa manera.
Ellos tienen despiertos esos instintos de estar alerta, mira todo, observa todo, olfatea todo, no hay nada que se le pase desapercibido así que a kilómetros se le notaba lo pomega qué es.

Por otro lado todos sabían que el chico pecoso era un master, uno de los mejores, no tenía que ser un destinado da ellos para poder regresar su forma humana, él es tan amoroso en cada poro de su ser, qué se le hacía tan fácil mimar a cualquier pomega que lo necesitara, porque se debe de recordar que es una necesidad no se transforman siempre a voluntad son las emociones fuertes que provocan que su naturaleza canina saliera y debe de confesar que su primer pomega era nada más y nada menos que el rubio, desde muy a corta edad ha sufrido unas emociones muy fuertes normalmente con rabietas y el pobre de ojo rubí se terminaba transformando en un perrito, uno que parecía rabioso gruñendo mordiendo y correteando otras personas, lo hacían enojar. Entonces desde muy chiquitos, Izuku salía corriendo detrás de su amigo que trataba de atacar a la persona. Lo cargaba en sus brazos y le da un par de palmadas, le decía que se calmara y después de un par de minutos ya tenía de regreso a su amigo rubio.
Pero no importaba cuánto pasaron los años oh no, Katsuki seguía igual o más gruñón que antes y mucho más exigente, nunca cambió ese aspecto así que terminó yéndose a terapia para su cólera porque eso ya lo estaba dañando en su salud al punto que ya no podía consumir café y picante porque empezó a sufrir gastritis por sus emociones.
Bakugo siempre decía que la culpa no era de él, que todos ponían en desafío su paciencia, era la culpa del resto del mundo de hacerlo enojar. Claro que en terapia aprendió que no puede controlar a los demás, solo podía tener el control de su vida, de su persona y sus sentimientos; sin pensar que su propio ahora esposo Izuku, sería el mayor de sus males. No lo malinterpreten no es que el pecoso fuera un mal marido, simplemente era muy descuidado y desorganizado, acciones que volvían loco al rubio ya que tenía una rutina muy elaborada de limpieza y orden por toda su casa, el que terminaba destruyendo todo era su pecoso.
No eran cosas graves pero eran hábitos que se tenían que hacer día tras día, por ejemplo Bakugo no soportaba que Izuku lavara el plato donde come pero no lo secara para guardarlo de una vez en su lugar correspondiente o cuando era momento de lavarse los dientes y no le volvía a poner la tapita de rosca a la pasta, por eso tuvo que cambiar a la pasta dental que simplemente tuviera que cerrarse con un clic y no se desprendiera, también eran esas tardes en las que Izuku cambia a una ropa más cómoda y tira toda la ropa hecha bola en el cesto cuando Katsuki ya tiene la costumbre de tener sus cuatro cestas y separar cada uno según su color, el grosor y el tipo de prenda, cosas que Izuku obviamente no respeta o podemos irnos lo más sencillo como no tolera en los alimentos que esté separando el pecoso a la hora de comer, cositas que no le gustaba tal como el ajo o el ajonjolí alimentos que necesita su cuerpo para estar balanceado y simplemente los retira irritando por completo al rubio si llegara a morirse sin duda lo culparía antes de estirar la pata con un:

"Estoy muriendo y es por tu culpa Izuku Midoriya, tus feos hábitos me llevaron a la tumba"

Así llegó a un día más, uno donde Izuku tenía descanso, pero Katsuki trabaja desde temprano para regresar casi al oscurecer, va a cubrir el turno de Kirishima, por eso trabajará prácticamente todo el día. No estuvo tranquilo en todo su turno, hace bastante tiempo que el pecoso no estaba solo en casa y tenía miedo de regresar, ya se imagina como iba a estar de desordenada.
Y así fue, al llegar lo primero que noto fue el zapatero que se tiene en el recibidor, su espacio estaban la de su esposo, suspiro para calmarse y cambiar de lugar para poner los suyos en su espacio.

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