Shooting Star | Leandro Paredes.

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Sofía.

A veces no es necesario que a uno le pase algo para llorar y así estoy yo, sumida en el llanto, así como los chicos se quedaron en un hotel así estoy yo en una habitación llorando... Mí teléfono se enciende primero dejando ver una foto mía con mí familia biológica los que me dieron la vida... Para después aparecer el nombre de Leandro quiero estar sola ni a él lo quiero tener en este momento.

Me siento tan mal, tan indefensa, no puedo volver a sentir esos vacíos tan feos que me consumían a cualquier segundo de la vida, después de unas cinco llamadas más mensajes de el, el teléfono para, todo vuelve a quedar en silencio solo se escucha mis sollozos.

—Ay Sofía vamos, vamos tú puedes —Me miro en el espejo mientras lloro, ver mis lágrimas recorriendo mis mejillas—. ¡Vamos tú puedes!.

Me aliento pero creo que ni eso funciona.

—Sí saliste de una pasado de mierda puedes volver a salir de ésta, vamos —Recojo hojilla viendo si lo hago o no—.

—¡Sofía! —Llama por el otro lado de la puerta Leandro—.

—No Sofía ésto no, ésto no te ayuda en nada no por favor —Suelto el llanto aún más y por más que me alenté de un golpe hago una corta en la muñeca de mí mano izquierda—.

Leandro.

—¡Sofía! —La llamo y nada—. ¡Sofía vamos!.

Negativo no se vale.

—Bueno te dejo, nos vemos en la mañana —Tampoco puedo estar de chupa medias (aunque no sé), doy la vuelta para irme a la habitación son las dos de la mañana, hoy hay que ir a la Bombonera—.

25 De Junio...
8:25A.M

—Leo ¿Qué le pasa a Sofía? —Sé da la vuelta llevando toda su atención a mí—.

—¿Por qué?.

—En la madrugada la llamé, le envié mensajes y hasta fuí a su habitación y no me abrió, dormida no estaba se veía la luz encendida.

—Lean —Sé preocupa—. Vamos.

—¡Sofi! —Toca la puerta Leo—. ¡Sofi! ¿Todo bien? ¡Sofía!.

—¿Qué pasa chicos? —Viene Ángel—.

—Sofía que no da señales —Le digo—.

—¡Ay boludos! —Preocupado empieza a intentar abrir la puerta, tiene seguro, ahora empieza a tocar—. ¡Sofía!... ¡Sofía!, Busquen una llave en la recepción —Leo sale apresurado, el miedo empieza aparecer en mí—.

—¿Ángel que pensás?.

—... —No dice nada.

—¡Chicos! —Llega Leo de una vez empieza a abrir la puerta en eso se acerca Lionel—.

—¡SOFÍA! —Grita desesperado el a ver a Sofía tirada en el suelo entre el baño y la cama—. Sofi, Sofi... ¡Chicos llamen a una ambulancia!.

Llevo la mirada hasta su muñeca se desangró mucho, mi respiración falla, no Sofía ¿Qué pasa? ¿Por qué?.

—No, no puedo —Salgo de allí sumido en miles de pensamientos—.

Sofía.

Empiezo abrir mis ojos de a poco, veo la habitación un color blanco, mis manos con tubos enterrados, el sonido de la máquina, ah yá estoy en un hospital.