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16 De Diciembre...
Roma/Italia 📍



Sofía.





Tantas cosas por decir pero, se resume. No puedo estar más feliz, desde que me mudé con Leandro mí vida se volvió más felíz aún.

Encontré trabajo justamente en su club, no puedo negar que obtuve un poco de su ayuda, pero cómo dije él; “Lo lograste vos sola”.

Ya es 16 de Diciembre, cada día más cerca de la navidad, después de un largo rato de trabajo llego a la gran casa, dejo las llaves en la mesita que está al lado de la puerta, veo el árbol de navidad que los dos decoramos, más demás decoraciones, que sí por las escaleras y eso...

Mañana tiene un partido, lamentablemente Paulo se volvió a lesionar, una lesión en el muslo izquierdo, también muy alegre por Paulo y Oriana, al fin se van a casar, recuerdo perfectamente que Paulo nos pidió ayuda a Lean y a mí, estaba muy nervioso, pero todo salió de maravilla.

En ese preciso momento no pude ignorar imaginarme a Leandro y a mí en sus posiciones, el arrodillado con un anillo en su mano pidiéndome matrimonio.

Voy hasta la cocina, está entretenido cocinando algo, aún no se ha dado cuenta de mí ya que tiene puesto sus audífonos de cable conectado a su teléfono mismo que reposa en su bolsillo del mono que tiene puesto, al tocarlo se sobresalta y se tensa un poco, pero se le pasa al saber que soy yo.

—Hola amor —Se da la vuelta para darme un pico, quita sus audífonos y teléfono dejándolos en la isla de la cocina—. ¿Cómo te fué?.

—De maravilla, ya no tengo nada por hacer, solo esperar el partido de mañana para tomar las fotos —El asiente, tomo la jarra para llenar el vaso con agua y luego tomarla—. ¿Saliste a entrenar hoy?.

—Sí, acabo de llegar no hace mucho —Se vuelve a dar la vuelta para verificar que su comida no se queme—. Los muchachos me estaban informando algo.

—¿Qué? —Toma asiento en una de las sillas—.

—Sabés que ya pasado mañana es 18, o sea se cumple un año de la copa mundial —Asiento es obvio—. Y todos estamos planificando para pasar ese día en casa de Leo.

—¿En Miami?.

—No, el dijo que en Rosario mejor, ya sabés sentir el aire Argentino...

—Claro, entiendo perfectamente amor, entonces se saldrá de una mañana apenas que se termine el partido —El sonríe—. ¿Qué?.

—Cómo me entendés.

—Conchale seis meses que te conocí, y tres meses a tu lado ya tengo que entenderte —Se ríe—. ¿Qué cocinas?.

—Posta te digo que yo ni sé que estoy cocinando —Me empiezo a reír—. Más bien pido algo para almorzar.

—Sí, antes de que incendies la casa —Me mira mal, vuelvo a reír—.

—¿Qué pizza querés...?.

—Extra queso.

—Nada raro —Bromea tomando su teléfono, le hago seña de que me voy a duchar, el asiente y tomo camino hasta nuestra habitación—.

Shooting Star | Leandro Paredes.Where stories live. Discover now