IV- Lo vi en sus ojos

10 2 0
                                    

Llego a mi casa arrastrando los pies.

Estaba muy exhausto.

Intenté hacer el menor silencio posible no quería despertar a nadie.

Lentamente abri la puerta provocando que esta suelte un leve quejido; no lo suficientemente fuerte para despertar a alguien.

Antes de entrar me quité los zapatos para hacer menos ruido.

Entre y encontré a mi padre tendido en el sofá con una botella de cerveza en mano, y unos fuertes ronquidos resonando por todo el lugar.

Como siempre.

No le presté mucha atención y seguí mi camino a mi habitación, subí las pequeñas escaleras de madera hasta llegar al segundo piso, estaba a punto de entrar a mi habitación cuando una mano fría toca mi hombro haciéndome sobresaltar.

Volteo rápidamente para darme cuenta de quién era.

__ Mamá casi me matas del susto.

__ Lo siento mi vida, ¿cómo estás? -dijo mi madre con algo de preocupación-

Para muchos la mirada de unos ojos azules puede parecer amable e cariñosa, aveces es así, pero en estos momentos esa mirada era de escaneo, mi madre recorrió cada parte de mi cuerpo desde la punta de mis dedos hasta mis cabellos, buscando un signo de malestar o dolor pero al no ver nada me volvió a mirar a los ojos con un poco más de calma.

__ Cansado -dije bostezando-

__ Halan te dije que ese trabajo no me gusta, es peligroso y no, simplemente no me gusta. -mi madre comenzó a mover sus manos nerviosamente, pues lo hacía cada vez que estaba asustada o preocupada y este era uno de esos momentos-

__ Mamá créeme qué esto lo hago por los dos ¿ok? Veras que cuando reunamos el dinero lo dejaré de una y me voy a cuidar mucho te lo prometo. -dije tomando sus manos temblorosas entre las mías y depositando y pequeño beso en ellas-

__ ¿Pero me lo prometes? -pregunto a lo cual yo asenti seguro- bueno ya ve y descansa, te amo -dijo dándome un beso en la frente-

__ Yo también ma.

Me despedí de ella y entré en mi cuarto, dejé mi mochila en el suelo y caí en los brazos de Morfeo sin darme cuenta.

Pero lamentablemente no dure mucho en el mundo de los sueños.

¿Por qué las horas cuándo estás dormido pasan tan rápido?

Me encantaría buscarle alguna respuesta pero no tenía mucho tiempo, vivía algo lejos de la preparatoria así que tenía que prepararme un poco más temprano.

Me bañe, me coloqué el uniforme e intenté peinar un poco mi cabello risado con mis manos al terminar me colocó la mochila sobre mi espalda y bajó cuidadosamente las escaleras.

Todo estaba igual que la noche anterior, mi padre sobre el sofá al cual me quede mirando por algunos segundos.

__ ¿Ya te vas? -escucho una voz cálida qué por la sorpresa me hace sobre saltar y salir de mi trance-

__ ¿Te desperté? -pregunto acercándome a mi madre quien estaba en la cocina-

Ella seguía con su ropa de dormir y su larga cabellera risada en una pulcra trenza.

__ No, ya casi me tengo que ir a trabajar. ¿Qué llevas de almuerzo? -curioso mi madre para luego abrir el refrigerador y darse cuenta de que estaba vacío-

Vi como su semblante se volvía serio pero al recordar mi presencia sonrió y tomó algunas monedas para luego darmelas.

__ Comparte algo, si, hoy iré al mercado y compraré algunas cosas.

La mire a los ojos viendo su tristeza y sus ganas de echarse a llorar.

__ Mamá te prometo que vamos a salir de esta si, algún día nos mudaremos y no estaremos con papá y seremos muy felices.

Me partía el corazón ver a mi madre así; ver sus ojos aguantar las lágrimas aunque llenos estás. Ver como fingía una sonrisa para no preocuparme y estar desmoronandose por dentro.

__ Algún dia -dijo regalandome una pequeña sonrisa y acariciando mi mejilla- Ahora vete o llegarás tarde.

__ Adiós mamá -le di un fuerte abrazo antes de salir por la puerta y dirigirme a la preparatoria-

A veces quería dejar todo, renunciar, pero no lo haría por mí madre, ella trabaja para mantener la familia a flote y se que ella solo intenta hacer lo mejor para mi. Y yo intentó dar lo mejor de mi por ella.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Halan: ¿Cuándo acabará la tormenta? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora