XIV - Cara con momentos

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Un día nuevo había empezado y con el nuevos retos para superar. Sinceramente me estaba cansando de los retos y el sentido de la vida.

__ Melisa creó qué es mejor dejar las cosas así y no hacerles caso.

__ Y estoy de acuerdo contigo, pero, tarde o temprano tenemos que poner nuestros límites y ellos dos sobrepasaron los míos. -dijo Melisa refiriéndose a lo que pasó con Freddy y Amita-

__ Bueno pero hazme el favor y hazlo de buena forma.

__ Eso depende de ellos -dijo encogiéndose de hombres- ahora... ¿dónde están estos payasos cuando los buscás?

Y así comenzamos a buscar a aquellos que nos lastiman por diversión, salimos al patio y allí estaban, parecían estar ¿discutiendo? Esto se me hizo muy raro porqué según los rumores ellos están saliendo cosa que no creo ya Freddy salía con la mitad de la preparatoria.

__ Oigan ustedes dos -dijo Melisa llamando su atención-

__ Pero ¿Qué tenemos aquí? Hoy el show llego directo a nuestra puerta -dijo Freddy con su sonrisa sinica-

__ ¿Por qué golpearon a Halan?

__ Así que fuiste de bocón a pedirle ayuda a tu salvadora. Sabes que haremos ahora ¿no? Le diremos a todos tu secreto que vives con un maniático -dijo el azabache mirándonos con asco-

__ Dilo no me importa no tengo nada que perder.

__ No como tu que te andas revolcándo con media preparatoria y quieres llevar una "relación sana" con esta estúpida. -finalizo Melisa haciendo enojar a los dos matones-

__ Oye te estás pasando. -dijo Amita-

__ ¿Y ustedes no se pasaron con lo que me hicieron? ¿No se pasan con todos los de la prepa molestandolos todos los días? -dije yo uniendome a la discusión-

__ Tu te callas escuencle.

__ ¡Ey! no lo mandes a callar -dijo defendiendome- sabes últimamente no me das rabia sino pena, me dan pena, no saben resolver sus problemas y se descargan con los demás, me dan asco. -dijo esta vez señalando a ambos- Por favor sean más maduros y vivan sus vidas y dejen vivir a los demás ¿si?

Finalizó mi amiga para luego irnos a nuestra siguiente clase, una parte de mi se sentía más liviana, pues no hice nada malo solo dije como me sentía. Y di a conocer mis límites, también pude ver como la cara de Melisa se iluminaba.

Nos dirigimos a nuestra próxima clase, era del señor Madoc, entramos y nos dirigimos a nuestro lugar y tomamos asiento. Sentí esa mirada en mi y era de Amita la cuál le corte el contacto inmediatamente. Yo y Melisa nos miramos confundidos y juntos entro Madoc. El cuál nos iba dar un comunicado "importante"

__ Como todos saben ayer hubo una reunión con todo el personal de esta institución para hablar de el baile de invierno. -ante la mención del tan esperado baile de invierno todos hicieron un gran vocifero-

__ ¿Vendrás al baile? -le cuestionó a mi amiga quien esta a mi derecha-

__ ¡Claro! ¿Tú no?

__ Pues no se.

__ Halan es nuestro último año en la prepa y tenemos que disfrutar, así que piense rápido para que me diga que si.

__ Bueno lo pensaré.

__ Ya saben el viernes los quiero ver a todos con sus mejores look para darle la mejor bienvenida al invierno y a las tan esperadas vacaciones. -dijo Madoc para comenzar a dar su clase-

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Acababa de salir de mi trabajo, la oscuridad y el frío de la madrugada me hacían compañía hasta mi casa. Había un gran silencio donde solo se escuchaba el sonido de los grillos y de mis pisadas.

__ ¡Halan! -alguien grita mi nombre haciéndome sobresaltado hasta que vi que era Richard-¿Qué tal todo?

Lo miré confundido ¿por qué gritaba a estas horas? Fue muy raro pero solo contesté: __ Bien, ¿y tú?

__ Bien, oye y... ¿Qué tal con el baile de invierno?

__ Pues bien ¿cómo sabes?

__ La gente habla y yo tengo oídos -dijo riendo, contagiandome a mi también- ¿no piensas ir?

__ ¿Para qué o qué?

__ Para disfrutar Halan esos momentos de escuela son únicos y no los puedes volver a vivir ¡jamás! así que valla.

__ No se -bufe- de todos formas no tengo que ponerme.

__ Pues si ese es el caso yo te puedo ayudar, te presto algo bien bonito y te dejo como un príncipe de brillante armadura.

__ Es caballero, Ric, caballero de brillante armadura. -le corregí-

__ Es lo mismo, tu me entendiste. -dijo restandole importancia lo cual me hizo reír- me dejas saber ¿si?

__ Bueno... si voy tienes que ir conmigo.

__ ¿Yo? Porqué, puedes invitar a una chica o no se pero, ¿por qué a mi? -Richard parecía algo sorprendido a la invitación muy sorprendido diría yo-

__ Porqué eres mi amigo además no hay ninguna chica a la cual pueda invitar.

__ Pues cuenta conmigo sabes que le digo si a todo menos al divorcio. -rei por lo bajo, Richard siempre decía muchas ocurrencias lo cual me hacían reír mucho-

__ Bueno te dejo saber. Nos vemos -dije despidiendome de él-

__ Adiós.

Me despedí de Richard y cada uno se fue por su lado, llegué a mi casa lo más silencioso posible y veo a mi madre en la cocina.

__ ¿Qué haces despierta a esta hora?

__ Solo vine a tomar agua, ¿dime cómo te fue?

__ No te quiero cansar.

__ Sabes que eso es imposible, así que tome asiento y cuenteme todo.

Tome asiento, haciendo que la silla se quejara un poco por mi peso y comencé a contarle mi día a mi madre, era algo que hacíamos siempre contarnos nuestros días el uno al otro.

__ Bueno hoy fue un día tranquilo, eh y hoy el señor Madoc nos habló del baile de inviern-

No pude seguir hablando ya que mi madre muy emocionada me interrumpió: __ ¡Qué bien!, debemos buscar que te pondrás.

__ No creó que vaya -dije y pude ver como la sonrisa de mi madre se desvaneció-

__ ¿Como que no? ¿y por qué no quieres ir?

__ Pues porque no quiero.

__ Halan, soy tu madre y se que no quieres ir por lo que esta pasando en casa, no dejes que los problemas con tu padre te arruinen ni tu adolescencia ni tu vida, así que usted va a ir, va a disfrutar con sus amigos su último baila de invierno porqué se lo merece.

No se que decirle a mi madre solo que me conoce muy bien. Parace que todos se pusieron de acuerdo para converserme de ir al baile de invierno.

__ Bueno, esta bien. -le dije rendido-

Después que mi madre me diere un beso en la frente y mis buenas noches, solo hizo falta tumbarme en la cama para caer rendido en los brazos de Morfeo.

Después que mi madre me diere un beso en la frente y mis buenas noches, solo hizo falta tumbarme en la cama para caer rendido en los brazos de Morfeo

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Halan: ¿Cuándo acabará la tormenta? Where stories live. Discover now