she's thunderstorms

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Eddie aparca el coche en el instituto, Caroline va a su lado, los dos se bajan mientras unos chicos se acercan a Eddie, son sus amigos, Connor y Blake, según ella, son unos verdaderos idiotas, y cree que Eddie tiene algo más de masa encefálica que ellos. Ella quiere seguir su camino, a diferencia de su hermanastro, no goza de fama, ni de amigos por montón, aunque eso le agrada bastante. Él ve como se marcha, sus amigos llegan, y le quedan mirando como si fuera un bicho raro. Sus amigos siempre se preguntan ¿Cómo es la convivencia con Caroline Munson? Poco se sabe de ella, y a Eddie le gusta esa dinámica en que él lo sabe todo sobre ella, pero no da mayor información, le gusta que se mantenga siempre tan enigmática.

Es tan extraña, dice Blake. Un día podrías llevarla a nuestras fiestas, a ver si es que no es así como dicen, Eddie se voltea a verlo.

Hey, te exijo un mínimo de respeto, lo apunta.

Pero si apenas se hablan. No es como que te estemos ofendiendo demasiado, lo dice Connor en un tono de voz gracioso pero Eddie siempre prefiere ignorarlos.

Los tres caminan hacia la entrada principal, deciden evitar tocar nuevamente el tema de Caroline, sus amigos creen que para lo poco que hablan, su amigo realmente detesta que la molesten, y piensan que tal vez Eddie simplemente quiera hacer como si ella no existiera, piensan que hasta debe sentir vergüenza.

Caroline sigue sus pasos hasta llegar la primera asignatura, Hunter le ha estado esperando en la entrada, y quisiera poder pasar de él, pero realmente no puede evadir sus responsabilidades, sabe que debe confesar todas sus fechorías, pero a la vez, cree que es lo mejor que le pueda pasar a un buen chico como él, ella ya tiene pensamientos demasiado extraños, y se siente mal por eso.

Te estuve buscando ¿Podrías decirme qué diablos pasa?, dice Hunter, toma su brazo y ella se voltea a verlo. Estás extraña.

No quisiera que hablemos de esto acá, ella mira toda el aula, Eddie entra junto a sus amigos, se les queda viendo.

Una vez terminan la primera clase, los dos se alejan a una especie de parque que está al lado del instituto, caminan entre medio de un par de árboles, toman asiento en una banca y ella sabe que pronto comenzará aquello que tanto quiere evitar.

¿No vas a decirme algo?, dice Hunter.

Caroline mira al cielo, suspira y aclara su garganta.

Creo que es mejor cortar. Tenemos que hacerlo, aclara la respuesta.

¿Qué hice mal?, pregunta. Necesito que me digas por qué justo ahora quieres romper conmigo. Eddie te dijo algo de seguro.

No metas a Eddie en esto, la chica lo mira a los ojos. Él no tiene nada que ver en esto. Creo que no tenemos nada en común, no hay química, ni magia. Quiero un respiro.

Genial, suspira algo cabreado. ¿Es por alguien?

No, pero te engañé, lo dice a ojos cerrados. No me siento orgullosa.

Siempre supe que eras rara, Hunter se para de la banca. Siempre supe que no eras de fiar.

Genial, la chica pone sus ojos en blanco, siente vergüenza por lo que hizo, no piensa dar más detalles. En serio no fue mi intención.

Nunca es tu intención, ese es el problema. Siempre tienes una excusa para las malas cosas que haces. Ahora de seguro enviarás al idiota de tu hermano a hacerme la vida imposible. Crees que eres muy diferente y te gusta ser así porque estás del otro lado, eres distante pero intocable. Eddie Munson es tu hermano, él y su ejército de tarados. Si no fuera por él serías incluso más marginada que yo.

Vale. Lo merezco, reconoce con una voz casi apagada. Puedes decir lo que quieras de mí, pero es un hecho que no íbamos a durar.

Caroline ha optado por volver sola a casa, sus padres no están, aprovecha de mirar por la ventana de su habitación, siente que vive tan lejos de todos, su casa, que muchos llaman una <<mansión>> debe ser de las casas más grandes del pueblo, se siente tan ajena a los demás, y comprende que quizás su único lugar seguro es dentro de las paredes blancas de aquel lugar, aunque también, le causa curiosidad cómo es que Eddie es querido por todos, probablemente sea ese carisma y su energía constante.

La chica lee una novela romántica, está recostada en el espacio de la ventana, Eddie entra sin más a su cuarto, ella cierra el libro de golpe, no quiere que la encuentre en ese tipo de cosas.

No me dijiste que vendrías antes. Te esperé, lo dice en el marco de la puerta.

Oh. Lo siento, la chica se pone las crocs que suele llevar puestas en casa. Sólo quise volver. Por cierto, papá y mamá no están.

Dime algo que sea nuevo, Eddie se ríe. Por cierto, te hablando con Hunter ¿lo hiciste?, ella asiente algo nerviosa. Me alegro.

Él me dijo que soy rara, la chica camina hasta su cama y él decide entrar y cerrar la puerta.

Bueno. Quizá lo seas un poco. Y está bien, le sonríe, pone sus dedos en sus labios. Lo bueno, es que pocos saben que eres una chica normal . Probablemente sea el único.

Ni por lástima me das un empujón, la chica bromea. De todos modos, estoy bien así. No me interesa rodearme de tus amigos.

Eso fue casi ofensivo.

Lo gracioso es que claramente ellos te preguntan cómo tú y yo podemos convivir en este lugar. No quiero imaginarme las respuestas que les das.

No hablo mal de ti. Nunca lo he hecho. No creo que seas rara, Eddie mete sus manos en los bolsillos.

¿Crees que Hunter se encargue de hacerme vida imposible?, pregunta algo afectada.

Pues. La fama de rara ya la tienes, los dos se ríen, a veces se hacen silencios . Caroline posa sus ojos en los brazos de Eddie, su piel es blanca, y se ve suave, nunca la ha tocado por querer tocarla, son hermanos, se supone que no se fijan en esas cosas. A veces cree, o tiene la sospecha de que tiene una Caroline mala que le dice malos pensamientos, cosas que ella no pensaría en su sano juicio, como por ejemplo que Eddie es guapo, y ve sus brazos con sus venas marcadas, las tocaría, ella bien sabe que Hunter jamás la tentó a aquello, al simple hecho de querer sentir sus venas en sus dedos, la Caroline normal, jamás lo haría.

¿Qué piensas?, pregunta el chico.

Nada, ella sale de su burbuja.

¿Qué cosa estás leyendo?, pregunta.

Estás bueno para las preguntas, ella se ríe y se la oculta. Es sólo una novela de amor.

¿De algún romance prohibido?, Umh, me gustan de esas. Nadie quiere amores moralmente correctos, Eddie le sonríe. Nunca he tenido uno, me han contado que es así.

Creo que eso depende del tipo de romance. Claramente esto puede estar al borde de ser un romance asqueroso, la chica debate sus dichos y él sólo sonríe. Se siente extraño, nadie en el instituto sabe que habla de romances prohibidos con su hermanastra.

Quiero ejemplos, dame un ejemplo de un romance asqueroso, lo dice con una sonrisa.

Vamos, entre primos, o cuando uno es sólo un niño y el otro un adulto.

¿Y qué hay de los hermanastros?, pregunta Eddie.