Eddie y Caroline son los hijos de una familia armada, abandonados por sus padres que están más enfocados en darles un buen pasar económico, parecen no caer en la cuenta de que poco a poco se sumergen en una relación extraña, intensa, y con ojos ince...
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Caroline camina por los pasillos del instituto, apenas se miran con Eddie, aunque él se ve tentado a la risa, le gusta esa dinámica en la que parecen ser simples conocidos frente a los demás chicos, pero cuando están solos, es como si hubiera una realidad totalmente aparte. A ella no le importa sentirse ignorada bajo esas circunstancias, lo que no quiere vivir nuevamente es ser el blanco de las burlas y que Eddie se quede ahí parado sin hacer el mínimo esfuerzo por ayudarle.
El rector ha llamado a la chica a su sala, ella entra en silencio, como si fuera un crimen sentarse en aquella silla de cuero. Caroline pausa I Could Die For You de los Red Hot Chili Peppers, guarda su IPod entre sus cosas y dirige su vista hacia el hombre que la mira con sus manos cruzadas y en su mentón.
¿Cómo va la escuela?, pregunta.
Bien, responde sin más.
Tu solicitud ha sido aprobada. Puedes continuar en casa si así lo quieres, dice de manera amable.
Hace un par de días aquello parecía la oferta más tentadora para Caroline, sus niveles de odio por los demás estaban por las nubes, pero ahora su corazón parece estar más frío y sabe que tendrá que pensarlo un poco, probablemente hablar con sus padres en casa y exponer tal propuesta jugosa y tentadora, se acabaría el acoso por parte de Hunter, Tatum y Harriet.
Lo pensaré, dice la chica. Hablaré con mis padres.
Claro. Mañana me das la respuesta.
Una vez la chica sale, camina nuevamente por el mismo pasillo donde está Eddie y sus amigos, ella apenas los mira, aunque Eddie se queda viéndola, le fascina la manera en cómo lo ignora y esas ganas reprimidas de jalar de su brazo y llevársela a un lugar privado comienzan a asomarse. La ve alejarse, se fija en el movimiento de su falda gris, y sus medias que llegan casi a sus rodillas. Después de haberse acostado no han conversado al respecto, Caroline sabe muy bien que ha sido sólo sexo, y no le importa el que haya sido su primera vez, jamás se lo esperó de manera romántica, y le ha gustado esa manera salvaje de vivirlo junto a él.
Pensé que no seguiría acá, dice Harriet. Por lo visto aun no comprende que todos piensan que es una perdedora.
Harriet. Basta, dice el chico, pone sus ojos en blanco y suspira. Cuando dices esas cosas te conviertes en alguien totalmente indefendible. Caroline no te hace nada. Ignórala y ya.
Ahora eres el buen hermanastro, se ríe. No me digas que ahora ven caricaturas juntos en casa, bromea y él siente algo extraño, como una especie de culpa y a la vez algo de vergüenza, recuerda lo del otro día, intenta luchar con ese pensamiento de él corriéndose en sus pequeñas manos.
Deberías aburrirte de hablar mierda, dice Eddie algo cabreado con la actitud de Harriet, ella queda algo incómoda, no acostumbra a un Eddie explosivo, hacer chistes acerca de Caroline y lo rara que es, ha sido algo de siempre y él jamás le dice algo por frenar aquellas situaciones, intuye que el chico ha recibido su merecido en casa por parte de sus padres.
