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Caroline camina con las manos en la correa de su mochila, siempre va ordenada, ve cómo algunas la miran y se ven tentadas a la risa , cree que no es tan normal, las risas nunca perduran por tanto tiempo

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Caroline camina con las manos en la correa de su mochila, siempre va ordenada, ve cómo algunas la miran y se ven tentadas a la risa , cree que no es tan normal, las risas nunca perduran por tanto tiempo. En el mismo pasillo está Eddie con sus amigos, Harriet como siempre trepada de su brazo, ella pasa ignorándolos, Eddie cierra sus ojos, no quiere verla caminar sin poder ir donde ella, aunque que las cosas deben ser así. La chica llega hasta su casillero, abre sus ojos cuando lo ve rayado con plumón metálico.

La chica se pone de rodillas en el piso, frota su palma en las letras sólo con la ilusión de que aquellas pudieran borrarse, pero no lo hacen, los demás chicos hacen un círculo alrededor de ella, Caroline siempre guarda la compostura, intenta hace...

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La chica se pone de rodillas en el piso, frota su palma en las letras sólo con la ilusión de que aquellas pudieran borrarse, pero no lo hacen, los demás chicos hacen un círculo alrededor de ella, Caroline siempre guarda la compostura, intenta hacerlo todo el tiempo, pero ahora cree que es demasiado. De la nada escucha una risa maquiavélica, Harriet llega con el plumón metálico en las manos, pero no llega sola, sino con Hunter.

Vaya. Creo que tenías un secreto muy sucio, se ríe la chica.

Me das asco Caroline, Hunter alza la voz como nunca en su vida lo hizo. Ella mira hacia todos los lados, y el golpe de realidad es duro, no tiene con quien contar. Tatum ni se aparece, pues bien sabe que les ha ido contando a todos, incluso quisiera que ese mismo Eddie que la toca de una manera tan mágica, apareciera entre ellos y la saque de ahí tomando su mano, pero él no está.

No puedo creerlo. Te veías tan santita, se ríe Harriet. Eres una zorra. Lo sabes Caroline.

No puedo creer que me hayas dejado para irte con una chica, Hunter se une a las palabras. ¡Por qué lo hiciste!, sacude a Caroline de los hombros. ¡Dímelo! ¡Zorra!

Justo antes de que Harriet fuera a deleitarse con el espectáculo, Eddie va a la sala a buscar un cuaderno que dejó, para su regreso ve aquella multitud con Caroline en el centro. Sólo ve a Hunter sacudiendo a la chica, Harriet ve que Eddie ha llegado y camina donde él.

Ni se te ocurra detenerlo, toma su corbata con fuerza y lo empuja. Caroline se arma de valor, y a pesar del pánico por tener en ella los ojos morbosos de todos en ese lugar, le pega una cachetada a Hunter, después patea sus bolas, tan fuerte que lo deja sin respirar. Eddie se mete entre todos ellos y toma fuertemente la mano de Caroline sacándola de aquel lugar, la arrastra por el pasillo y ella intenta zafarse de su agarre, la lleva a un lugar seguro para los dos, donde puedan palabrearse sin que alguien sospeche acerca de lo que tienen.

she's thunderstormsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora