Final de partida inesperado

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• Narra Enma •

Mientras tanto...

Me fuí con Castiel a recoger a su perro, Demonio, y pasamos un rato agradable juntos.

Quise hacerme la valiente y llevarle yo, pero tiró tan fuerte que me caí al suelo, y como consecuencia, me hice una herida en mi rodilla derecha. Castiel se agachó delante mío algo preocupado.

-¿Estás bien? -dice mientras comprobaba la herida.

-Si si, no te preocupes. -Castiel me ayudó a levantarme mientras yo estaba sujeta a él.

-¿Puedes caminar?

Intenté caminar un poco y pude caminar correctamente, aunque si notaba la herida al estirar la pierna, pero no era muy molesto. -Si, tranquilo.

Después de un rato, Castiel me llevó a casa y entramos los dos. -¿Donde tienes el botiquín?

-Está en el baño, al fondo de este pasillo a la derecha.

-Vale, tu siéntate ahí. -me señala el sofá y me senté ahí. Miré de nuevo mi hérida, estaba sangrando un poco, pero al tener ahí a Castiel, me sentí segura. A los pocos segundos vino hacía mi con un bote de agua oxigenada y algodón, y se agachó delante mío. -Te voy a echar esto, puede ser que te escueza, pero al menos que esté desinfectada.

-V-vale. No me podía creer ese comportamiento de Castiel hacía mí. Recuerdo cuando lo conocí, era un tío borde, frío, antipático, y me quitaba los apuntes haciendo que corriera detrás suya para que me los devolviera. Actualmente se sigue comportando así, pero conmigo es algo diferente, ahora veo a un Castiel... ¿amable? ¿Aunque sea solo conmigo?

Castiel puso una gota de agua oxigenada en el algodón y me lo aplicó con cuidado sobre mi herida. Me escocía un poco y no pude evitar soltar una pequeña queja, era imposible aguantarlo. -Pues ya estaría -dice mientras se levanta llevando las cosas al botiquín y después volver.

-Muchas gracias Castiel, eres muy amable -le mostré una sonrisa sincera.

-No es nada, tabla de planchar -me saca la lengua poniendo una cara con expresión de burla.

Quise preguntarle acerca de mis pensamientos y se lo solté de una. -¿Como es que te comportas asi conmigo? Antes solías ser mas...

-¿Borde? ¿Frío? ¿Cascarrabias? Losé, pero digamos que no eres como la mayoría de chicas, y eso me gusta -me sonríe revolviéndome el cabello y le devolví la sonrisa.

Miré la hora y nos teníamos que ir con los demás para organizar la fiesta -En media hora hemos quedado con los demás, si quieres ve yendo tú, yo me tengo que vestir y todo

-¿Estás segura?

-Si si, no te preocupes, estaré bien -le confirmé dibujando una sonrisa en mi rostro.

-Bien, pues nos vemos entonces, chao. -Me despedí con la mano y Castiel salió de mi casa.

Rosalya mandó un mensaje por el grupo nuestro poniendo:

"En media hora en el parque"

Pues ale, manos a la obra, debo vestirme rápido, o Rosalya me va a matar si llego tarde. Subí a mi habitación y revisé mi armario, saqué mucha ropa, ya que no sabía que ponerme, y al final me decanté por una camiseta negra de tirantas, pantalones vaqueros tejanos largos y unas converse blancas. Me pinté un poco, lo más rapido que pude y al fijarme en la hora, cogí el bolso, los auriculares, el monedero y mi móvil, y salí escopetada de mi casa poniéndome rumbo hacía el parque.

El chico de al lado ( Armin X Sucrette ) 1° TemporadaWhere stories live. Discover now