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Melodie

Dos semanas pasaron volando, mi tobillo se recuperó de inmediato. Ya había dicho que soy fuerte, eso me ayudó

El día de mi partido llegó muy rapido, adoro jugar, es parte de mí, ya llevo años jugando este deporte

Y cada partido es importante para mí, pero este era más especial que los otros porque era el ultimo.

En unas semanas voy a graduarme y ya tendré que despedirme de ser parte del equipo de mi escuela y una vez que entre a la universidad dudo mucho tener tiempo para seguir con mi hobby

Me entristece, pero es parte de crecer.
Lo sé

La escuela estaba apoyandonos, me gustaba la energía que se sentía, adoro ver a las personas sonriendo y saltando.
Me hacen creer que todo está bien

A lo lejos identifiqué a mi tío Tae, mi tía Julieth y Adrián sentados mientras me miraban, estaban aquí apoyandome

Son mi familia, son muy importantes para mí. Me alegraba tanto tenerlos aquí

Pero mi mirada seguía fija en la puerta de la cancha, esperando a que él pasara por esa puerta

No quería que el partido comenzara sin que mi papá estuviera aquí, no quería que se perdiera esto

Me ilusionaba mucho pensar en que él me viera jugar y se diera cuenta de que hay algo en lo que soy buena

Pero simplemente no aparecía por ningún lado

¿Habrá leído mi mensaje?

Me empecé a preocupar porque no lo miraba, mordisqueaba mis labios mientras pedía al cielo que él viniera

Tomé mi celular y me decidí en llamarlo.

Quería asegurarme de que si supiera que hoy lo esperaba

-¿Que quieres?

-¿Papi, por que no has llegado? Mi partido está por comenzar -Hablé suave

-¿Partido de que?

¿De que? Yo se lo había dicho, llevo años diciendocelo

-¿No sabes que juego baloncesto? -mi voz salió temblorosa. -Llevo más de 5 años jugandolo. Hace ya varios días te dije que hoy quería que estuvieras aquí ¿No vendrás?

-Yo no tengo tiempo para esas tonterías, no me molestes. Estoy trabajando

-Pero papá... -Me cortó. -Por favor ven... -me dije a mi misma sabiendo que él ya no estaba escuchando

-¿Estan listas? Vamos a comenzar -habló el entrenador

Nuevamente miré a la puerta, esperando a que por alguna extraña razón él estuviera bromeando conmigo y que realmente si vendría

Pero sabía que solo estaba mintiendome a mi misma, él no iba a venir

Y aún sabiendo perfectamente que no se aparecería por aquí, no hubo un solo momento en el que no mirara a mi alrededor esperando encontrarlo a él entre todas las personas

Pero eso no sucedió

...

Luego de haber recibido la llamada de Melodie, apagué el celular, realmente me encabronaba pensar en que seguiría jodiendome

Me importaba un carajo que día fuera hoy o que estuviera haciendo, no entendía porque me llamaba, porque me pedía ir a verla.

Lo que ella haga o deje de hacer no es asunto mío

El día en el que mi niña dejó de quererme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora