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Melodie.

Hoy era viernes de postres y Julieth había invitado a Melodie a que le ayudara a preparar unas cuantas recetas

Melodie más que encantada, adoraba aprender de las habilidades culinarias de su tía

Desde que era pequeña se pasaba horas y horas haciendo todo tipo de bocadillos junto a Julieth

Era una bendición para Melodie tener a alguién que le enseñara este tipo de cosas y la guíara de la manera más amorosa y paciente posible

Julieth era lo más cercano a una figura materna para Melodie y estaba muy agradecida por ello

-Te quedó delicioso, mi amor. Bien hecho -Felicitó Julieth. -Cada vez vas mejorando

-Prepararé algo mejor la próxima vez, verás cómo hago que valga la pena lo que he aprendido de tí -Sonrió.

-Se que sí -Dijo metiendo una porción del postre a un tupper de cristal. -¿Podrías llevarle esto a Taehyung? Aún está calentito y sabe mejor así

-¿Debo llevarlo yo, tía? -Se quejó pues ir a la empresa de Jungkook no era algo que la pusiera contenta

-Bueno mi amor, ya vas para tu casa y te queda de paso -Sonrió. -Anda y dile que tu lo preparaste, se pondrá contento

Melodie aceptó, pues tampoco dejaría de hacerle un pequeño favor a su tía por situaciones externas que tuvieran que ver con su papá

Ir a donde trabajaba su padre siempre la hacía pasar por malos ratos, pues a Jungkook le molestaba que ella fuera a visitarlo, siempre se lo demostró

Siempre se sintió como una intrusa que no era bienvenida cada vez que pisaba ese lugar

...

Jungkook.

Me encontraba completamente rodeado de mis empleados quienes me comentaban sobre algunas cosas del trabajo

No era algo que disfrutara hacer pues a la mayoría ni siquiera les conozco el nombre, si no fuera por puro asunto laboral no estaría perdiendo mi tiempo con ellos

Mantenía mi semblante serio y aburrido mientras los escuchaba hablar, pero rapidamente el ánimo me cambió al ver a cierta pelinegra pasar por las puertas del edificio

No pude evitar estirar las comisuras de mis labios en un sonrisa

Traía una lonchera en sus manos y parecía estar buscando a alguién

-Perfecto, pueden mandarme el resto por email, lo revisaré después, ya pueden irse -Los corrí con algo de prisa. Quedaron desconcertados con mi actitud, pero hicieron caso y se fueron

Melodie seguía caminando y viendo a los lados tratando de encontrar a alguien

Me acerqué disimuladamente a un lugar donde ella pudiera localizarme más fácilmente

Seguramente venía a verme, como todas las veces anteriores

Tomé unos documentos, fingí leerlos y me senté en un sillón que estaba por ahí para esperar a que ella viniera a mí

La miraba de reojo siguiendo cada paso que daba, pero aún no se había dado cuenta de mi presencia

Pude notar como sonrió al ver hacia mí, era extraño ver esa sonrisa alegre otra vez... ya que últimamente no me miraba con felicidad, lo único que me dedicaban eran expresiones de fastidio

Al verla correr hacia mi dirección me preparé para saber de qué forma iba a responderle, no quería parecer desesperado

Pero inmediatamente todo se fué al carajo cuando simplemente me pasó de lado, ella no se detuvo a saludarme, es más, creo que ni siquiera me vió, desde un principio no era a mí a quien miraba

El día en el que mi niña dejó de quererme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora