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Los tacones rojos se hicieron notar al chocar contra el suelo, una y otra vez

Una pelirubia se adentraba a la gran empresa, traía una enorme sonrisa en su rostro y una bebé en sus brazos

-Hola, señora -Hizo una leve reverencia James

-Si vas a decirme Señora, hazlo bien o no lo hagas -Habló molesta. -"Señora Jeon" -Aclaró. -¿Donde está mi esposo? -Preguntó directa

-Lo siento, señora Jeon -Hizo otra reverencia. -Él está en su oficina, permitame acompañarla

-No gracias, ya conozco -Siguió su camino orgullosamente, mientras todos la miraban

Tener todos los ojos en ella y recibir atención era de sus partes favoritas, aunque en parte era porque es la "esposa" del jefe

-Debiste avisarme que vendrías -Habló Jeon mientras miraba a la mujer sentarse

-No me dió tiempo, lo siento -Sonrió

...

Melodie.

-Ya esto es lo último que harás hoy, mañana empezaremos con cosas más interesantes -Sonrió

-¿Me ascendieron? -Dije divertida

-Digamos que sí -Asintió. -Ahora llevale esto a tu papá -Se interrumpió. -Digo, al señor Jeon -Habló en un tono más formal

Tomé los papeles y me dirigí a la oficina de Jungkook, estos días soy como el asistente de James, llevo y traigo. No me molesta realmente, pienso que es más divertido a estar sentada en un solo punto

Al acercarme escuché voces incomprensibles, lo que me decía que habia alguién más con él

Pero de igual forma debo entrar, pues James me ha dicho que como asistente, puedo entrar solo a dejar los documentos

Abrí la puerta lentamente y mi vista fue a Jungkook directamente quién al escucharme, dirigió su mirada a mí

Pero en lo que me acercaba hasta su escritorio mis ojos se corrieron a la persona sentada frente a él, que felizmente giró su silla a mí

Era esa mujer, la que descaradamente fue a mi casa el otro día, también vi que se trajo a su hija

Mi rostro que en un principio estaba relajado, al verla, cambió a una mueca más inexpresiva, podría decirse que se me notaba la poca alegría que me daba verle la cara

-Aquí tienes -Coloqué los papeles en la mesa, viendo a Jungkook

-Gracias, mi amor -Me sonrió y los tomó rápidamente

Estaba a punto de retirarme, ignorando completamente la presencia de la oxigenada a mi lado, pero entonces su voz me detuvo

-Hola preciosa, hace mucho no te miraba -Dijo con una voz suave. -Me alegra verte

La miré con ironía.

¿Realmente se alegraba de verme? Si claro

-¡Oh! -Soltó una risa poniendo a su hija en el escritorio. -Jungkook, sostén a la niña. Parece que se muere porque la cargues -Sonrió

Jungkook me miró primero y noté como bajó su mirada con incomodidad y extendió sus brazos para tomar a la niña y ella soltó una sonrisa alegre por ser cargada por él

El día en el que mi niña dejó de quererme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora