🌸 VII ~ Celos x2 🌸

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Percatándose de su claro reflejo en el espejo; siendo su cuerpo iluminado por los últimos rayos del sol que se colaban por su ventana, y anunciaban la próxima llegada de la noche; Ino cepillaba sus rubias y largas hebras mientras flotaba en una inmensa nube de pensamientos.

En unos 15 minutos, que seguramente a ella se le extendería a una media hora o más, tendría una segunda cita con el chico que había llenado todas sus expectativas hasta hacía un tiempo atrás. La primera cita había estado genial, casi perfecta. Después de una deliciosa comida en un hermoso restaurante habían ido de paseo por los alrededores de Konoha, charlando y tomados de las manos. Era oficial, y esta segunda cita se lo terminaba de confirmar: estaban saliendo juntos.

Terminó de cepillar su cabello y observó una vez más su reflejo en el espejo sintiéndose claramente satisfecha con su aspecto.

Usaba un vestido color morado oscuro, con un escote en V bastante amplio y revelador. El diseño era simple y delicado, pequeñas tiras pasaban por encima de sus hombros y se cruzaban en su espalda, dejando la gran mayoría de esta expuesta, era un vestido corto a mitad de muslo y holgado en la parte inferior con pliegues hacia adentro.

Su cabello estaba suelto, con un pequeño broche sujetando algunos mechones sobresalientes. Su maquillaje era sencillo y cuidadoso, se había asegurado de no ponerse demasiado. Y por último calzaba unas sandalias negras con pequeñas flores moradas casi inexistente adornando su centro.

Pero en su reflejo lograba ver algo más, algo posiblemente oculto para cualquiera que la viera en ese instante. Sus suaves labios cubiertos por un sutil brillo se mantenían curvados  hacia abajo y sus ojos azules enmarcados por un fino delineado negro se notaban caídos. No parecía la expresión  emocionada que tendría que tener una chica momentos antes de su cita.

No estaba feliz, de hecho. Las inseguridades habían regresado a ella la noche anterior, en el instante en que había cruzado hacia el interior de su habitación después de despedirse de Sai al final de la cita.

Sabía que su decisión respecto a Shikamaru, de mantener las cosas a raya era lo mejor para todos. Shikamaru siempre había gustado de Temari y ella no podía permitirse meterse en medio.

Lo había besado en un estado de embriaguez no tan severo, pero fuera de sí al fin y al cabo. No merecía confundirlo por culpa de ese maldito beso... y las cosas que habían pasado después.

Listo, ella solo estaba borracha. Y él... él...

Ino se detuvo a medio camino mientras salía de su casa, se quedó de pie unos segundos mirando al suelo con el ceño fruncido. ¿Por qué le había devuelto el beso? ¿Por qué no se había apartado de ella desde el primer instante en que sus labios se tocaron?

Porque si bien ella estaba borracha ¿pero y él? Shikamaru no había probado una gota de alcohol. Y sabía las consecuencias que causaría ese beso. Él era muy inteligente, lo más inteligente en ese momento habría sido apartarla y evitar toda esa situación.

Entonces... ¿Por qué diablos no lo había hecho? ¡Demonios! Cuando ella se pensaba la culpable de todo eso era más fácil. Pero razonando mejor las cosas, él era hasta más culpable que ella. ¡¿Por qué mierda le había seguido el beso?!

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Las nubes ya no se podían apreciar tan claramente debido a la llegada de la noche. Su único método de relajación restante era ese fino cigarrillo entre sus dedos al cual le daba una calada de vez en cuando, exalándo el humo grisáceo viéndolo luego perderse en la nada. 

Su cuerpo estaba recostado en el techo de su casa, como ya era costumbre en él, mientras continuaba apreciando el cielo aún sin la luz del día. No podía dormir, tampoco quería hacerlo. Últimamente todos sus sueños pretendían recordarle esa palabra en particular que no quería aceptar, por que le parecía simplemente una tontería.

Sentimientos problemáticos (ShikaIno) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora