tres.

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Fin de semana, un domingo para ser exactos, era perfecto para intentar nuevamente el darle la noticia del bebé a su esposa.

Se levantó temprano, quitando con cuidado los brazos de la mayor que la sujetaban al dormir, y se dio una ducha de agua fresca para comenzar el día.

Preparó el desayuno, ordenó algunos objetos tirados en la sala de estar, sacudió una vitrina de cristal, atendió a su esposa que recién ha despertado, limpió el cuarto de las mascotas, lavó algunos trastes sucios, barrió el comedor, hizo la comida y, al acabarla, supuso que sería el momento ideal para poner en marcha su segundo plan.

Ya que el primero resultó fatal, pero al menos Sunni lucía unos bellos zapatos de bebé que envidian los demás gatos al verlo. Pensó en llamar a Hanni para decirle cómo resultó, pero seguro se burlaría de lo tonta que su esposa era y había veces en que a Haerin le molestaba oír ese tipo de comentarios hacia Danielle.

Subió las escaleras de su cuarto y tomó algunas hojitas de colores con pegamento escribiendo frases como "jala aquí" "alza esto" "ve a este lado" con marcador delgado. Las pegó a su cuerpo en las partes indicadas por el video tutorial que reprodujo y con entusiasmo salió de la habitación para encontrarse con su mujer.

Respiró hondo conforme bajaba las escaleras, apretaba el barandal en su mano izquierda por los nervios. ¿Y si la que cometía una estupidez ahora era ella misma?

A decir verdad, se sentía ridícula con un montón de papel en el cuerpo pero si era a causa de que Dani supiera sobre su bebé, con gusto lo haría mil veces al día.

Como una pulga, entró al comedor saltando de forma llamativa esperando a que su esposa deje el periódico que trae en manos para prestarle su máxima atención.

Se paseó por un lado, por el otro, detrás de Danielle, por en frente, se agachó un poco, brincó más alto, frunció los labios, comenzó a caminar tras cansarse, batió las pestañas, pataleó un poco, dejó de caminar, se detuvo al lado de su esposa y cruzó los brazos.

Todo mientras Danielle sólo remojaba su dedo índice con saliva para pasar a la siguiente página del periódico y bebía de su jugo, sumergida en su mundo.

Haerin tocó su hombro, apretando los labios para no decir alguna grosería, y pronto su esposa la miró expectante.

─¿Por qué luces como una pared del supermercado? De esas donde ponen alguna queja ─fue lo primero que le dijo. ─Oh, ¿pasa algo?

La menor apretó el puño conteniendo el estamparlo en el perfecto rostro de la mayor y resignada negó ante la pregunta.

─Todo bien, sólo quería saber si no te fuiste a otro mundo ─mintió para besarle la frente. ─Puedes seguir, te amo.

─Yo también te amo ─la atrajo para depositar un beso en los labios de la otra y continuó leyendo las noticias.

La castaña subió nuevamente las escaleras y se encerró en el cuarto, sacó la lengua en dirección de la puerta aunque Danielle no pudiera verla y se tiró en la cama para hacer un berrinche.

Plan número dos: ✘

Tomó su celular para buscar otra idea.

unnie i'm pregnantTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang