5

563 53 1
                                    



Jennie se quedó sin palabras, su respiración había abandonado por completo sus pulmones.

¿Ayudarla? ¿Ayudarla a qué?

Los ojos de Roseanne estaban vidriosos y su expresión era algo que Jennie nunca había visto antes.

Tenía la cara sonrosada y podía ver claramente que estaba luchando por no hacer algo, lo sabía por la forma en que se agarraba con fuerza la muñeca, apenas podía mantenerse recta. Por no mencionar que se había formado un bulto grande y claro en los bóxers de la menor. Se sentía más y más pecadora cuanto más tiempo miraba hacia el bulto.

No era correcto . . .

— ¿Q-quieres v-volver al hospital?. . .

Tartamudeó la mayor. Estaba asustada. Asustada porque Rosé era así, y asustada por reconocer sus propios sentimientos. Esta sensación caliente que de repente la había abrumado. . . No quería ni pensar en lo que significaba. Su respiración se estaba acelerando y podía sentir el latido de su corazón contra su cavidad a medida que el aire entre ellas se volvía más denso.

Rosé sacudió la cabeza con una sonrisa, luchando por conseguir decir  las siguientes palabras de su boca.

— Estoy asi . . . Estoy así por tu culpa. Así que por favor, ayúdame a deshacerme de ello.

— R-Rosie, yo-. . .

Antes de que Jennie pudiera terminar lo que estaba diciendo, y antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, sintió que algo le presionaba los labios dejándole sin escapatoria.

Era la rubia, le estaba besando.

Los ojos de Jennie se abrieron de par en par, todo su cuerpo se había tensado como respuesta. Rosé había cerrado el espacio que las separaba juntado sus labios, callandola al besarla. La rubia le estaba besando. Pasaron un número indeterminado de segundos antes de que Rosé empezara a mover lentamente sus labios contra los de Jennie, lo que hizo que volviera en sí.

Apartó a Rosé lentamente, su cuerpo le demandaba volver a sentir los suaves y cálidos labios de Rosé. Eso no podía ser posible.

— Por favor... —, suplicó Rosé. La más joven se sonrojaba profundamente ahora, lo que la hacía parecer aún más hermosa de lo que era habitual en ella. Pero, Jennie miraba ahora a Rosé de una forma totalmente distinta, y eso la asustaba.

— N- No, Rosie. Esto no es... ¡Ah...!

Jennie chilló cuando Rosé la tiró de repente a la cama, inmovilizándola. Jennie forcejeó intentando zafarse de Rosé, pero fue inútil. Rosé era la mejor jugadora del equipo de basketball de su colegio y Jennie no era rival para su atletismo.

Abandonó rápidamente sus esfuerzos, fue cuando Roseanne se inclinó hacia delante para besar de nuevo a Jennie.

Esta vez fue más profundo, más apasionado, pero suave y delicado al mismo tiempo. Besó a Jennie y la besó un poco más disfrutándola, la mayor debatía entre aceptarlo o tomar la decisión de luchar para separarse. Perdió el control cuando Rosé le lamió de repente el labio inferior, pidiendo entrar en su boca.

Ráfagas de adrenalina recorrían por sus venas. La cabeza le daba vueltas. Nunca había sentido nada igual. Se sentía viva. Pero ella era su hijastra y no había manera de que pudiera hacer esto.

Con un sonido a medio camino entre un gemido y un jadeo, Jennie rompió el beso inclinando la cabeza hacia un lado, lejos de los labios de Rosé. Los labios de ambas estaban rojos y ligeramente hinchados, brillaban por la saliva de la otra. Jennie se ruborizó al instante.

𝐒𝐈𝐍𝐅𝐔𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 | ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘWhere stories live. Discover now