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— Rosie, Rosie, vístete. Jisoo va a venir —, le dijo Jennie a Rosé una vez que colgó.

— ¿Ahora? —. Los ojos de Rosé se abrieron de par en par, volteo hacia el reloj que tenía en su muñeca dándose cuenta que ya era un poco tarde en la noche.

— Sí, ahora. —, asintió Jennie. Rosé ni siquiera hizo preguntas, ya que no había tiempo que perder. Las dos se apresuraron a vestirse y parecer presentables, cualquier cosa menos parecer sospechosas. Tenían que darse prisa porque sabían que Jisoo vivía cerca y llegaría en cualquier momento.

Jennie terminó primero y bajó a limpiar el salón. Justo cuando terminaba, sonó el timbre de la puerta. Jennie fue a abrir.

— No sabes cuánto me alegro de verte... —, se lamentó Jisoo. Jennie se fijó rápidamente en los ojos hinchados y agotados de Jisoo, y su tez más pálida de lo habitual. También estaba temblando por el viento fuerte del exterior.

— Unnie, entra. Hace frío fuera...

Jisoo entró en la gran casa y se quitó los zapatos y el abrigo. Jennie cerró la puerta tras su mejor amiga, mientras la mayor miraba a su alrededor. Normalmente, Jisoo haría un comentario poco convincente sobre el tamaño de la casa y el hecho de que Jennie fuera ahora más rica que ella, pero permaneció en absoluto silencio. Jennie la examinó una vez más. Algo no iba bien.

— Siéntate. — dijo Jennie. — Te traeré un té caliente, unnie...

Una vez que Jennie y Jisoo estuvieron sentadas juntas en el salón, Jisoo seguía sin darle a Jennie ninguna razón de porque había venido tan de repente.

— ¿Dónde esta Rosé? —, preguntó, mientras daba sorbos a su té.

— Ella est-...

— Estoy aquí. — la interrumpió. —, Hey, Jisoo.

— Hola... —, sonrió Jisoo.

Rosé se acercó y se dejó caer junto a Jennie en el sofá.

La castaña se tenso.

Las tres no se habían juntado desde la boda, y debían aparentar que la relación de las dos chicas aún era "normal". Pero Jisoo no parecía notar nada todavía. Y Jennie estaba preocupada por ella. Hoy parecía apagada.

— R-rompí con Haein. . . —, dijo Jisoo de repente.

— ¿Qué? — Jennie no podía creer lo que oía. Haein y Jisoo habían estado saliendo durante dos años enteros, y todo parecía ir bien. — Rosie, creo que deberías subir...

La rubia asintió comprensiva y se levantó.

— Está bien... —, Interrumpió Jisoo.
— Puedes quedarte, Rosé.

Se giro y volvió a sentarse. No tenía ni idea de quién era ese tal Haein, pero se limitó a escuchar.

— ¿Lo corriste? —, preguntó Jennie para aclarar.

Jisoo se limito a asentir cabizbaja, y parecía que estaba llorando pero las lágrimas aún seguían en sus ojos.

— L-lo encontré con otra... Le dije que volvería tarde del trabajo porque quería darle una sorpresa por nuestro aniversario. Llegué a casa temprano con un regalo, y él estaba en la cama con... Esa. Ni siquiera se acordó de nuestro aniversario. Y eligió el día de hoy para engañarme con otra...

Jennie se quedó sin palabras. Había visto a Haein varias veces y siempre le había parecido sincero y tranquilo. Nunca pensó que tendría el egoísmo de engañar a la pelinegra. Estaba hechando humo del enojo, su amiga no merecía eso.

𝐒𝐈𝐍𝐅𝐔𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 | ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘWhere stories live. Discover now