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Rosé estaba en el colegio, sentada en clase, pero su humor estaba hasta los aires. Le costaba reprimir una sonrisa tonta, que de vez en cuando amenazaba con resurgir en su rostro cuando se le venía a la cabeza Jennie.

No podía evitarlo. Pensó que lo de ayer había sido un sueño, pero cuando se despertó por la mañana, bajó a desayunar y habló con Jennie, supo inmediatamente que su relación había cambiado. Su deseo se había hecho realidad.

En la mañana, mientras se preparaba para ir a la escuela, su humor se había arruinó un poco al no poder hablar mucho con la castaña. Ella estaba ocupada ayudando a Seojoon a prepararse para el trabajo, preparándole el maletín y asegurándose de que tenía todas sus cosas listas.

Rosé sintió un montón de emociones: celos, decepción, nostalgia y, por supuesto, sabía que estaba siendo inmadura. Pero su estado de ánimo se levantó de nuevo cuando Jennie le sonrió y le deseó un buen día en el colegio, también le prometió que la recogería del colegio más tarde.

La rubia estaba radiando alegría, sonriéndole a cualquier persona que se le atravesará de frente.

Y así se sentó en su clase de Historia, sonriendo a pesar de que Historia era su asignatura menos favorita.

Lo único en lo que podía pensar era en el hecho de que ella tenía novia, y era la castaña con lindos ojos. Sabía que estaba mal, pero a su lado todo estaba bien. Apenas podía controlar sus emociones.

De repente, su profesora anunció que la clase iba a tener un examen sorpresa. Eso fue suficiente para que la rubia saliera de sus sueños y se pusiera alerta, pero parecía ser la única en entrar en pánico. Al parecer, el examen había sido planeado. Todos habían estudiado y Rosé era una de las únicas a las que se les había olvidado.

Rosé suspiró, aceptando su destino mientras miraba la hoja que tenía delante. El reloj empezó a correr y Rosé empezó a intentar responder a las preguntas. Consiguió pasar la mitad con una confianza cuestionable y para el resto, tenía dificultades, por no decir otra cosa.

Rosé estaba cada vez más enfadada por su incapacidad para recordar fechas y hechos, y formular argumentos coherentes. Se esforzó al máximo hasta el final, pero al entregar el trabajo ya sabía que no había aprobado.

Sin embargo, el pésimo examen no pudo arruinar su humor de ese día.

— Oigan... ¿Creen que Rosé está actuando un poco extraña hoy? Algo como... ¿excesivamente alegre? —, Irene le pregunto a Lisa y a Joy.

Lisa asintió.

— Definitivamente. Me dan ganas hasta de ser feliz junto a ella, me da miedo... Nunca la había visto así. Quizá le mande un mensaje más tarde o algo...

Irene asintió con la cabeza. Joy guardó silencio y se limitó a mirar a Rosé, que seguía soñando despierta con una extraña sonrisita en la cara.

Las cosas no iban como Joy las había planeado.

Hoy iba a ser su gran día. Se suponía que iba a ver el entrenamiento de basketball de la rubia, pero se entretuvo con algunos chismes de el colegio y acabó perdiéndose la mayor parte del entrenamiento. Joy se sentía muy mal por ello; realmente quería ver a Rosé y hablar con ella.

En cuanto Joy se vio libre de las garras de las chicas de porristas, corrió al gimnasio y vio que ya estaba casi vacío. Su corazón se derrumbó al no ver a la chica alta con cabellera rubia por ahí.

Una miembro del club seguía ahi, a quien Joy reconoció como Tzuyu.
Era una estudiante taiwanesa trasladada, muy guapa y popular en su curso. Era alta y el equipo la utilizaba a menudo para sus posiciones de defensa. Tzuyu parecía admirar mucho a Rosé por ser su capitana y su compañera de curso.

𝐒𝐈𝐍𝐅𝐔𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 | ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘWhere stories live. Discover now