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Las cosas en Thousand Sunny eran complicadas, al menos así lo sentía Zoro desde que Ace vino de visita indefinida, todos se encontraban alegres, ni que decir de Luffy pero lo más llamativo de todo eso era que el alfa pecoso solo se concentraba en el cocinero. Si uno de sus nakamas se dio cuenta no comentaron nada, era mejor hacerse el ciego hasta que las cosas tomarán un rumbo más intenso.
Y eso desesperaba al espadachín, como era posible que nadie se diera cuenta que el desgraciado estaba encima del beta que tanto despreciaba y no entendía porque le dolía el corazón cada vez que los miraba tener una conversación civilizada, debería de sentirse alegre que ahora el rubio lo ignoraba y lo dejara en paz. Sin embargo, no lo sentía así.
Por mucho que trataba de concentrarse en su capital no podías evitar que sus ojos buscarán al cocinero de cuarta, tampoco entendía como diablos es que se empezó a ver más atractivo en los días siguientes. Como odiaba sentir ese sentimiento que no lograba encontrar nombre ni sabía el porque había surgido de la noche.... Bueno desde la llegada de Ace.
E ignorando todo eso, no sabía que estaba haciendo en estos momentos, sus pensamientos rodaban en el beta.
──Zoro, me estás escuchando── oh, era verdad, se encontraba con el alfa más joven, su capital a la persona que cuidaria hasta el final de los tiempos y al mismo tiempo amaba.
Como podía no fijarse en alguien como lo era su amado capital por muy alfa que sea, si bien era un barril sin fondo tenía algo que llamaba mucho la atención de Zoro.
──Lo siento, me perdí en mis pensamientos── «realmente me tiene loco el maldito cocinero» pensó apenas siendo sincero con la persona que pensaba amar.
Luffy sonrió, la verdad es que el sabía lo que estaba pasando por la cabeza del peli-verde y también sabía lo mucho que se negaba Roronoa a aceptar sus sentimientos para eso decidió dar un pequeño empujón a su primer oficial.
──Entiendo, por eso decidí que es mejor que te des unas buenas vacaciones── confesó alegre el de piel morena y Zoro quería negar la orden ──Pero como se que te vas a negar tome mis medidas.... ¡IREMOS A VISITAR A DRACULE HAWKEYES MIHAWK!
A Zoro se le fueron todos los colores, si bien quería enfrentar al hombre de mirada dorada no podía ir a su casa así de la nada y pedir unas vacaciones así de gratis a veces dudaba si realmente Luffy no se cayó de chiquito o una de las reacciones de la fruta del diablo Gomu Gomu No Mi era hacer idiota al portador.
Cualquiera de las dos asustaba de sobremanera al espadachín porque ni Torao era así de idiota, quizás Ace pero no los demás usuarios.
──Owww, por favor── Luffy inflo sus mejillas para tener un si del contrario y ni lento ni perezoso Zoro termino cayendo con un notable sonrojo ──Shishishi, sabía que aceptarías Zoro.
