CAPITULO 03: VISITAS INESPERADAS Y SORPRESAS NO DESEADAS
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──Eres insufrible, lo sabes── dijo un cansado Sanji en lo que daba un pequeño golpe en la cabeza del pecoso.
Esto solo causó un poco de dolor al alfa y se aferró a la cintura del cocinero haciendo pucheros como niño regañado, Sanji oculto su sonrisa y de alguna manera se sintió en paz al tener un poco de contacto.
──Aun así me amas Sanji-Chan── «Y solo quizás en un futuro dejes el barco de mi hermano para ir conmigo a recorrer el mundo» se dijo así mismo Ace. Porque lo último que se pierde son las esperanzas de tener un futuro con la persona que amas de verdad.
Y si el destino no hizo aparecer al Omega que el usuario de la fruta Mera Mera No Mi estaba destinada para él era por algo y ese algo tenía como nombre Sanji, el mejor cocinero que Ace había conocido.
──Lo siendo Ace-San, pero mi corazón le pertenece a mis amadas damas── siguió el juego y sintió como esas palabras tenían un peso grande o una mentira que Sanji quería creer para olvidar a cierta persona.
Ace solo negó y se aferró más y sin ser consciente dejo que sus feromonas se impregnaran en el beta, no de una forma posesiva, tampoco para marcar dominio si no de una forma de demostrar que estaba dispuesta a todo ya sea para ser aceptado o no.
Sanji al estar todo el tiempo consumiendo supresores era normal que no se diera cuenta y en especial los parches de olor que no causaban una reacción a su cuerpo por parte de las feromonas de un alfa.
──¿Estás seguro, Sanji-Chan?── «puedo con eso, puedo compartirte con ellas, no me importa».
Pregunto el pecoso divertido y haciendo su agarre más fuerte por más que su mente pensará otra cosa.
──Si, muy seguro── aseguró el rubio.
No muy lejos de donde se encontraban los mugiwaras un barco se acercaba casi con ansias y con dos alfas apunto de pelear a muerte mientras los tripulantes comenzaban a rezar a una identidad divina para que se apiade de sus pobres almas.
──Ya te piensas ir── casi gruño el capitán de Piratas de Heart, recibiendo como respuesta un gruñido por parte de cierto rubio con cicatriz en el ojo izquierdo.
Pero como si eso no fuera poco ambos ya estaban apunto de sacar sus armas y defender su territorio como de lugar. A pesar de que el rubio solo sea un pasajero.
