SALMA

Abrazo

¿Podrías abrazarme para siempre?

No juego, lo digo en serio. Es que el calor que desprende tu piel acelera mis latidos y el contacto libera mi estrés.

Esconder mi mano en tu cabello y ver como tus ojos se cierran disfrutando el momento crea unas cuantas emociones que serían difíciles de explicar.

Entonces te abrazo y puedo escuchar tus latidos martillando tu pecho, tu olor especial y tu piel, aunque esté debajo de la ropa. No quiero alejarme, me siento bien así.

Es como si mis problemas se esfumaran por completo y, al menos un momento, existimos solo tú y yo, juntos contra el mundo. No necesito más que eso, es suficiente para calmar mis preocupaciones y me demuestras que estás aquí, que no te irás.

No quiero que te alejes de mí, solo quiero abrazarte horas y horas, ¿qué importan cuantas? El tiempo se desvanece y las horas pasan como si fueran minutos. Es gratificante sentirte cerca de mí, en algo tan simple pero tan especial como eso.

Son solo dos brazos envolviéndose para sentir su cercanía, tal vez para otros no sean gran cosa, pero para mí lo es. Porque esa calma que no encuentro en nada aparece, los pensamientos que llenan mi mente al punto de casi explotar se esfuman.

Y así tenga días sin poder dormir, cuando me abrazas siento sueño. Me gustaría dormir en tus hombros, de hecho, me ayudaría bastante a calmar el insomnio.

En fin, no despegues tus brazos de los míos, tu estómago de mi vientre, tu corazón de mi oído o mi cabello debajo de tu cuello, quiero quedarme así, para siempre.

Porque no es un simple abrazo común y corriente, es una muestra de amor de parte de alguien que amas, y que te hace sentir seguro de cualquier manera que exista.