Nuestra evolución.

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La primera vez que hablamos por chat no podía dejar de sonreirle a la pantalla, a penas te conocía pero ya te consideraba un amigo.

No sabía que en ese momento estaba comenzando una bonita historia, que al principio fue sumamente difícil por nuestra inexperiencia en temas de relaciones, pero en ese momento acababa de conocer a la que dentro de pocos días se convertiría en la persona más importante de mi vida.

Nunca voy a poderme olvidar del sentimiento de nervios que tuve sabiendo que iba a verte en persona después de confesar nuestros sentimientos en medio de una conversación donde surgió el tema. Sentía mi corazón en la garganta, y aunque solamente rozamos nuestros hombros ya en mi mente estaba creando nuestra historia, como si fuese un libro.

Muy poco cruzamos palabras en ese tiempo, pero te conocí a través de la pantalla de un celular, y cuando quise hablarte los nervios se apoderaron de mí y obligué a mi amiga a devolverse.

Tampoco hablaba con tus amigos, así que no tenía excusas para acercarme, lo único que me quedaba era seguir mirando como hablabas con todos a tu al rededor, con una facilidad de socializar increíble, y que yo no tenía.

Cuando volvimos a vernos me prometí hacer las cosas bien, fluidas y quitar el miedo que sentía, después de todo, si de verdad te gustaba las cosas iban a darse. Mis amigas me apoyaban, las únicas dos que sabían de lo nuestro, y eso se sintió reconfortante.

La evolución que tuvimos, más que pareja, como amigos fue instantánea, ya no había vergüenza a la hora te hablarte o incluso de advertirte cosas en forma de broma frente a tus amigos.

Me comencé a llevar mejor con ellos, y definitivamente han sido un apoyo incondicional en esto.

(Sé que lo están leyendo así que gracias, los quiero)

Y también con mis amigas, mi promesa se cumplió, todo estaba fluyendo con normalidad, y eso me hacía sentir feliz. Porque ahora éramos y yo, contra todo, a pesar de los rumores por los que discutimos y donde prometiste que todo estaría bien. Confié en ti y lo está, todo está bien.

Y volvería a hacerlo con los ojos cerrados, confiar no es de débiles, confiar es para personas seguras de mismas y seguras de las personas que los aman y los acompañan diariamente en su proceso.

SALMAWhere stories live. Discover now