FINAL.

24 3 1
                                    

El amor está en todas partes, el amor se vive, se siente, se disfruta. Solo que a veces tenemos una perspectiva de él muy lejana a lo que realmente es.

Desde pequeños nos pintan historias perfectas con finales felices y cuentos vainillas donde no hay ningún tipo de problema, desde aquí nace la famosa frase que marca la vida del ser humano de una forma especial «y vivieron felices para siempre»

Te quedas con eso, creyendo fielmente que todas las historias tienen un buen final. Pero entonces vives la tuya, y te das cuenta que no es así.

Los ciclos de vida tienen que cerrarse, pues cada una de las cosas que pasan son parte de un proceso para volverte mejor persona y para que quizá puedas conocerte en tu máximo esplendor. Y si bien no terminamos de conocer completamente a una persona cuando lo hacemos nos llevamos una decepción que te hace querer llegar rápidamente a un olvido inmediato, lo cual es básicamente imposible.

Porque si realmente amaste en el fondo de tu corazón existirá esa esperanza de volver a cruzar una palabra y decir... Estoy para ti. No te voy a juzgar, te voy a consejar, no te voy a alejar, te voy a acercar para hacerte sentir que tienes alguien en quien confiar.

Quizá si las cosas fuesen terminado de una manera diferente en tu corazón existiera esa simple posibilidad de que en un futuro esas dos almas de alguna forma volviesen a encontrarse, y ese hilo rojo que alguna vez tejiste esté presente todavía, a pesar de que se templó y estuvo a punto de romperse.

No necesitas palabras de aliento. Necesitas comprender que eras demasiado buena para una persona que simplemente no sabía amar. Que estaba rota, y un vidrio roto inconscientemente corta a los demás. Tampoco mereces sentirte culpable ni culpar a los demás de algo que se escapa de tus manos, pues al final, lo único que te queda es seguir adelante para demostrar que el brillo pertenece a ti, y no te lo brinda alguien más.

Que no puedes ser la sombra de nadie cuando por naturaleza irradias una luz y cada persona que se te acerca te lo recuerda, que no eres perfecta, pero que aún en tu imperfección puedes encontrar millones de virtudes. Que en el mundo existirán muchas personas por conocer, muchas canciones por dedicar, muchos poemas por escribir y muchos corazones que reparar.

Pero ese, ese corazón ya no está a tu alcance. Y aunque lo desees, sencillamente ya no puedes hacer nada por él.

Toda historia merece un final, quizá este no sea el mejor, pero no podemos seguir dejando en punto y coma a una historia que por circunstancias ya llegó a su fin, y que lamentablemente no tiene un retorno, ni mucho menos, una segunda parte.

Sé libre, deja ir todo aquello que no te hace bien y sana. Sana tu mente, tu alma, tu corazón. Pero nunca te detengas por una persona que no vale la pena, más bien lucha por demostrar que todo lo que tienes es gracias a ti. Y no a nadie más.

«Y llegará el día en que entiendas que no habrá nadie que te de más paz, calma y seguridad ante todo que tú. Porque tú misma, eres tu propia.... SALMA»

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 25 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

SALMAWhere stories live. Discover now