Capitulo 6

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Capítulo 6: Interrogatorio.

En algún lugar del Océano Pacifico.

[Advertencia, el siguiente capítulo contiene torturas físicas y cosas sensibles para los lectores. Están avisados]

Aún era de madrugada y Satania estaba al otro lado junto a sus demás oficiales kaisen de su flota. Al otro lado de la vitrina, estaban una golpeadas y humilladas kaisen de la marina real. Aun no despertaban y seguían inconscientes, se notaban sus moretones y golpes, sangre aun salía de sus fosas nasales y Edinburgh no tenía sus lentes al perderlos en la pelea de hace una hora.

Satania: Arcadia. –dijo y la mencionada asintió para entrar a la habitación de interrogación.

Las chcias de la Royal Nany estaban atadas a sillas de choques eléctricos con cadenas gruesas para que no pudieran soltares, sobre todo Warspite, que al ser una kaisen de tipo acorazada, tiene una fuerza ligeramente mayo. Dentro, una mesa con diferentes artículos e instrumentos quirúrgicos y de tortura.

Arcada tomo una cubeta de agua y se las tiro a las maids de la realeza despertándolas de golpes. Las cuatro no sabían que decir, miraban a todos lados mirando el cuerpo y notando que estaban amarradas y bien aseguradas a las sillas. Miraron hacia un cristal polarizado, no podían ver a sus captores e interrogantes, pero luego pasaron su vista a la mujer de cabello lacio blanco que les miraba con una sonrisa maliciosa.

Warspite: ¡Libérenos ahora! –exigió. - ¿¡Que acaso no saben quienes somos!? –pregunto molesta.

Warspite estaba por seguir hablando, pero el fuerte golpe en el estómago por parte de Arcadia con una porra de metal hizo callar a la acorazada imperial. El golpe provoco de Warspite volviera a vomitar sangre y soltara un grito ahogado y lágrimas por el dolor comenzaron a salir de sus ojos. Edinburgh miraba eso con terror total, Belfast trago duro y Sheffiel miraba con impotencia.

Satania: Ok señorita, esto solo lo preguntare una sola vez, será cuestión de ustedes si quieren sentir un mundo de dolor o no. –hablo Satania desde el otro lado de la vitrina.

Shelffiel: ¡Vete a la mierda asquerosa comunista! ¡nunca nos doblegaremos a unas plebeyas asquerosas como ustedes! –alzo la voz una de las maid

Satania: Arcadia, dale una recompensa a la jovencita por su tan magnifica respuesta. –ordeno.

Arcadia se acercó a la que hablo, para con la porra dar un fuerte golpe en su mano derecha, el crujir de los huesos rotos de su mano se escuchó en sinfonía con el grito de dolor de la Maids con cara neutra que ahora tenía una cara de dolor, toda su valentía se fue a la mierda cuando Arcadia aporreo la macana de metal de color negro contra su muñeca izquierda, provocando otro crujir de huesos rotos y más gritos de las Maid.

Edinburgh quería llorar, Belfast miraba esto con total horror y Warspite luchaba por zafarse y arremeter contra su captora. El siguiente golpe fue directo a su rodilla izquierda de Sheffield en la zona rutual que hizo que la sirvienta gritara aún más de dolor para luego darle un porrazo en el estómago y otro más en la mandíbula para callarla.

Satania: Intentemos otra vez. –dijo y Arcadia se alejó de la sirvienta de vestido blanco manchado con sangre. - ¿Por qué querían secuestrar a mi Contraalmirante? ¿Qué esconde Wales? ¿Y porque intentaron hackear nuestras computadoras? –pregunto con severidad.

Warspite: ¡Vete a la mierda! ¡No responderles nada de lo que preguntes comunistas de mierda! –grito y escupió.

Satania: *suspiro* Si así lo quieres. Arcadia. –ordeno a la acorazada/portadora de 2 metros de alto.

Azur Lane: Las Kaisen de otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora