Azur Lane: Las Kaisen de otro mundo

Capitulo 10

Capítulo 10: Parlamento Norte

Flotilla del URAS. 30/10/1950. (15/12/2000). RSS Satania.

Estaba amanecido, ya estaban a 400 kilómetros de la base rusa parlamentaria a la que pusieron rumbo. El viaje fue ligeramente largo. Casi una semana con dos días más debido a que tuvieron que desviarse para evitar patrullas de Sakura Empire y algunos Submarinos Siren que detectaron sus respectivos sonares.

Satania fumaba un puro de origen cubano que encontró en su camarote. Su almirante de barco ya de por si fumaba puros debes en cuando, así que encontrar una cajetilla de enormes puros de origen cubano originales y de los caros no fue novedad para ella. En el cielo un escuadrón de MiG-25 de una de sus escoltas acorazadas/portadoras paso enzima de su barco.

El escuadrón de cazas de origen soviético dio la vuelta para uno por uno aterrizar en Arcadia. La portadora mega pesada solo calo el puro que tenía en la boca para luego expulsar el humo blanco de sus pulmones y regresar al interior del barco, camino entre los grandes pasillos del portador de pistas gemelas rectas hasta llegar a la zona de celdas.

Ingresando el código y luego de que un lector de huellas hiciera un pitido y se pudiera color verde. La puerta fue liberada de su seguro y entro a las celdas. Aun se escuchaban los sollozos de Edinburgh, la pobre chica no podía olvidar lo que vivió, nunca imagino estar tan cerca de muerte, no solo una, sino dos beses.

Satania camino hasta el fondo del pasillo y preparo el desayuno para las kansen imperiales. Podría ser el mismo demonio en persona, pero tan poco era tan cruel como para no darles de comer. Preparo unos emparedados con leche para las kaisen y fue entregando las bandejas con comida a cada una.

Belfast: A pesar de como nos trataste hace use una semana ¿Ahora nos tratas bien? Que hipócrita de tu parte. –hablo con veneno en su voz.

Satania: Si las quisiera muertas, ya lo estarían. Después de todo, ustedes representan todo lo que yo odio y lo que mi nación odia. –respondió. – No es hipocresía, es humanidad y no me salga que somos armas de guerra, porque si lo fuéramos al 100% no tendríamos cuerpos humanos. –explico.

Belfast no dijo nada y bajo la cabeza sin nada más que argumentar. Tenía lógica, si fueran armas de guerra a su 100% no tendrían cuerpos humanos. Ellas simplemente son una evolución, algo que aún no tiene explicación y que solo las Siren saben. Los humanos solo replicaron e imitaron lo que las siren hacen para darle aparejos a sus siren de elite y de alto rango.

Solo que ellos crearon prácticamente de la nada, una forma humana que puede comandar el barco de cientos de toneladas armados con cañones y torpedos. Sin sus aparejos, siguen siendo humanas comunes y corrientes. Solo cuando activas sus aparejos es que sus cuerpos se vuelven tan resistentes como el blindaje de su respectivo barco.

Y otra cosa que recalcar, es su manera de repostar munición. Las kiasen solo necesitan comer para reportar municiones y dormir mínimo 8 horas para recarga combustible. En el caso de Satania y sus chicas. Cuentan con reactores nuclearon lo suficientemente potentes para 20 años de servicio activo. Y solo necesitarían dormir una semana para recargar la energía del reactor nuclear y recargas municiones de la misma manera que todas las kansen. Comiendo.

Belfast: ¿Por qué matar a Shelffield? ¿Por qué no solo....dejarla aquí como estamos nosotras tres? –pregunto nuevamente, con una voz entrecortada.

Satania: Conozco muy bien el tipo de chica que era ella. Intentaría buscar la manera de escapar y algo me decía que lo lograría. Simplemente no corrí el riesgo de una polizona en mi barco. sobre todo, mi barco que es el actual orgullo de mi nación. Yo no puedo ser hundida por este tipo de situación, sería una vergüenza y mancharía mi reputación.