Capítulo 17.- Amor de Torneo

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Ashara Dayne

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Ashara Dayne

—¿Le habéis visto el rostro? —preguntó Shana, frunciendo los labios—. Ser Jaime parecía tan afligido por las órdenes del rey. Escuché que tenía planeado participar en las justas. —Un suspiro se escapó de sus labios—. Un rostro así de bello jamás debería lucir tan triste —opinó. Su joven corazón había quedado cautivado por el nuevo miembro de la guardia real. Alyse le había contado que derramó una lágrima al verlo pronunciar sus votos—. ¿Por qué el rey tenía que enviarlo de regreso a Desembarco del Rey? Incluso Ser Gerold se ofreció para ir en su lugar, no es justo.

—Ser Jaime pronunció sus votos frente a todos nosotros —Alyse habló con el mismo tono que las septas usaban al regañar a las niñas pequeñas que tenían bajo su cuidado—. Juró proteger al rey y a la familia real, juró seguir sus órdenes sin cuestionar. El rey le ordenó ir a la fortaleza roja a cuidar de la reina y el príncipe Viserys, así que Desembarco del rey es el lugar en el que debe de estar.

Shana se mordió el labio y asintió, parecía una niña recién regañada.

—Sólo tiene catorce, aún es una niña —les recordaba Elia cada vez que alguna de ellas se quejaba de sus nuevas damas. Tenía razón ninguna de ellas sobrepasaba los quince años. Incluso la propia Shana aún era joven y un tanto agraciada, no tenía por qué saber los pormenores de los juegos de poder dentro de la corte—. Alyse se encargará de ellas —les recodó, pues la mayor de sus amigas, prácticamente se había convertido en su niñera.

Las miró de reojo con desaprobación, las más jóvenes de su grupo corrigieron su postura y guardaron silencio, concentrándose en la justa que estaba por iniciar.

Elia había pasado una mala noche a causa del embarazo. Una vez más tenía problemas para retener la comida, y el ciervo bañado en miel, no era lo más sencillo de digerir.

Elayne sonrió con suavidad y se acercó para murmurarle algo al oído. Elia exhaló y recobró la sonrisa, era como si nada hubiese ocurrido y ella se encontrase en inmejorable estado.

Fingía.

Ashara notaba la manera en que apretaba la mandíbula.

—Lady Alisha, me temo que no reconozco los blasones de los caballeros que compiten —Elia habló, su tono tan dulcificado que Ashara no pudo evitar buscar con la mirada a Marinah, ella también lo notó, pero ambas callaron—. ¿Sería tan amable de decirme cuáles son sus casas?

Lady Alisha, la hija de Lord Whent sonrió hasta donde sus mejillas se lo permitieron. Pia, una de las criadas que atendía a los invitados nobles del castillo, le había contado que Alisha había chillado de alegría cuando se enteró de la invitación de la princesa para observar las justas desde el pabellón real. No era secreto para nadie que su madre tenía la intención de solicitar a la princesa que Alisha se convirtiera en una de sus doncellas antes de que concluyera el torneo.

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⏰ Last updated: Nov 13, 2023 ⏰

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