Capítulo 34: Friday, I'm in love (Reese's Version)

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◦•●❤♡ 𝐦𝐨𝐧𝐝𝐚𝐲 𝐲𝐨𝐮 𝐜𝐚𝐧 𝐟𝐚𝐥𝐥 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭 

𝐭𝐮𝐞𝐬𝐝𝐚𝐲, 𝐰𝐞𝐝𝐧𝐞𝐬𝐝𝐚𝐲 𝐛𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐦𝐲 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 

𝐨𝐫 𝐭𝐡𝐮𝐫𝐬𝐝𝐚𝐲 𝐝𝐨𝐞𝐬𝐧'𝐭 𝐞𝐯𝐞𝐧 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭 

𝐢𝐭'𝐬 𝐟𝐫𝐢𝐝𝐚𝐲 𝐢'𝐦 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 ♡❤●•◦

—¡Adiós, mamá! ¡Adiós, papá! —gritó Regina mientras corría para bajar las escaleras de su casa directo hacia la puerta de la entrada. 

Al oír el grito desde la cocina, sus padres se miraron entre ellos por un segundo. Todas las mañanas eran ellos quienes la llevaban a la escuela. Eran contadas las ocasiones en las que no lo habían hecho y Regina siempre avisaba antes. Algo extraño ocurría y su madre podía suponer por donde iban los tiros. Apenas habían visto a su hija desde que regreso de pasar el fin de semana en casa de una de sus amigas. Algo en su actitud le decía que había algo que se le escapaba. Por supuesto, no sabía que cuando Regina dijo "voy a dormir en casa de Madison" en realidad quería decir "voy a dormir en casa de Reese". 

Instantáneamente después, Caroline dejó descuidadamente su taza de café sobre la mesada para correr hacia la puerta. Para la mala suerte de su hija, llegó justo a tiempo para interponerse en su camino y evitar que huyera. Aprovechando que Regina se detuvo con fastidio en el último escalón, Caroline analizó su vestimenta. Llevaba un mono negro estampado con flores rojas haciendo juego con sus zapatillas negras y su mochila en la espalda, pero uno de sus accesorios fue el que la hizo fruncir el ceño. A pesar del calor, una chalina roja rodeaba su cuello delicadamente. 

—No vas a usar eso —dijo Caroline estirando la mano para quitarle la chalina del cuello. Regina se apartó rápidamente para evitar que lo hiciera, aumentando las sospechas de su madre. 

—¿Qué tiene de malo? —preguntó Regina fingiendo inocencia ante la mirada desconfiada de Caroline. 

—¿Qué tiene de malo? —repitió Caroline con una pequeña risa sarcástica antes de tomar a su hija por la muñeca y llevarla prácticamente a rastras a la cocina. Regina apretó los labios en un intento por contener las ganas de quejarse. —Cielo... —dijo para llamar la atención de su esposo, parándose frente al desayunador. —¿Tienes algo que decirle a tu hija sobre su atuendo? —preguntó soltando la muñeca de Regina para recoger su taza de café nuevamente. 

Phineas no estaba prestando atención. Cuando Caroline prácticamente corrió a detener a su hija, supuso que se encargaría de la situación y continuó calculando el promedio final de sus alumnos. En consecuencia, lo tomó por sorpresa que pidiera su opinión. Levantó la mirada con un poco de confusión. —Lo siento... —dijo Phineas, inclinándose levemente para analizar a Regina. —¡Sí! Luces linda, cariño —dijo con una sonrisa, ganándose una mala mirada de su esposa. 

—¡Gracias, papá! —exclamó Regina. No tardó ni un segundo en girarse para tratar de caminar rápidamente hacia la cocina, pero su madre no estaba conforme con la respuesta. 

—¡No! ¡Alto ahí!—replicó Caroline. Esta vez no se molestó en seguirla, sabía que le haría caso. Efectivamente, Regina se detuvo de mala gana para volver a pararse frente a sus padres.

—¿Cuál es el problema? Yo creo que se ve bien —insistió Phineas tratando de defender su comentario inicial.

—No es eso. Hacen 30° y nuestra hija está usando un pañuelo —dijo Caroline sugiriendo con su tono de voz que claramente ocultaba algo debajo y no era muy difícil adivinar de qué se trataba.

❀ Shy Girl ❀ Reese WilkersonWhere stories live. Discover now