Hermosa Destrucción

CAPÍTULO 17

-Lo... Lo siento no era mi intención - dijo con la intención de volver acercarse a mi pero lo detuve con mis manos negué. Como pude me monte a mi auto y arranqué.

Me detuve tres calles más abajo cerré mis ojos tratando de calmarme. Hace rato no pasaba por esto porqué tuvo qué cagarla

-Vamos Arya, Vamos Arya - Murmuré abrí mis ojos y volví a conducir mi vista se estaba nublando por culpa de mis lágrimas. Tenía que ir con cuidado no quería tener un accidente por culpa de esto.

Las manos me empezaron a temblar mí respiración de volvía más pesada.

-¡Puta madre! - Como pude llegué a mi habitación y tropecé con un adorno de vidrio que estaba en una de las mesitas. Las lágrimas empezaron a salir mis mejillas estaban empapadas me tiré al suelo abrazándo mis rodillas

-Qué pasó?! ¡Hija!- escuché la voz de mi padre

- Arya - vi uno pasos acercarse a mi -Eso Arya déjalo salir - la voz delicada de Xiomara y su mano detrás en mí espalda qué subía y bajaban con lentitud - Vamos siéntelo y déjalo salir ya no hará más daño. Debes dejarlo sentir... Sientelo y sácalo

La mire y ella me brindó una cálida mirada solo estábamos las dos en mí habitación tiradas en el suelo cerré mis ojos con fuerza y los volví abrír apoye mi cabeza en su hombro mi respiración estaba volviendo a normalizar.

-Quieres hablarlo?- me preguntó en un susurro

-Después qué salí de aquí me fui en mi auto recibí una llamada era Miller me invitó a tomar un café y yo... acepte todo iba bien hasta que llegó... la hora de la despedida entonces el se acercó a mi... y me beso lo aleje inmediatamente el dijo qué lo sentía... - Hice una pausa y cerré mis ojos - entré a mi auto como pude conduje unas calles más abajo y entonces paso esto, trate de calmarme y como pude llegué aquí pero... Pero ya no aguante. Perdón

-Ya estás aquí en casa, no tienes porque disculparte solo debes dejarlo salir de la manera más sana - Asentí lentamente - deberías descansar, tu día ha sido pesado y mañana será aún más largo- Nos levantamos del suelo y me senté en la cama. Ella salió al rato entramos mis padres y mi hermano se asomo en la puerta todo estaban en silencio

-¿Papá puedo dormir con ustedes?

-Claro qué si mi amor, ven vamos - ayudo a levantarme de la cama y salimos de mi habitación al rato estábamos los tres en la cama con las luces apagadas yo estaba entre el medio de los dos mamá me tenía abrazada y así me pude medio dormir.

Es como si aún fuera una niña qué pedía dormir con sus padres después de tener miedo así me siento ahora. Con ese mismo sentimiento de hace algunos años

Nadie debería tener miedo y aún así vivimos con ello...

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Aún me encontraba acostada en cama de mis padres. No salí a trotar, no quería salir de cama aún así me levanté fui al baño y me volví acostar

-Puedo pasar? - escuché la voz de mi hermano

-Si pasa - dije en un tono de voz muy bajo y lo vi entrar traía con el una bandeja

-He traído tu desayuno mi rayito de sol, lo hice yo- se sentó en la cama yo me acomode y el con su mano acomodó mi cabello

-Gracias Lyan - mía lágrimas amenazaban con abandonar mis ojos - No soy tan fuerte como parezco sabes, aún hay cosas qué siguen ahí esperando para salir y acaparar todo. Perdón, perdóname porque si yo les hubiera echo caso nada hubiera pasado

-No me gusta verte así, odio verte así y no tenemos nada qué perdonarte mi cielo - acercó su mano a mi mejilla - ¿te equivocaste? Si y lo reconociste eso es lo importante. El truco es volverse fuerte de corazón sin perder la ternura del alma, ven aquí - extendió sus brazos y yo me lancé a ellos el me abrazó fuerte sus brazos son un refugio igual qué los de papá