CAPÍTULO 38

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Por órdenes del Ministros me toca viajar está misma noche a Londres y nada más y nada menos con el Capitán Miller. No sé qué es peor si viajar con el y compartir espacios o evaluar unas tropas odio las dos cosas

Terminé de preparar la maleta mientras Misael me ayuda a doblar lo que falta, acaba de llegar del Buro. Se ve cansado

- Cuántos días serán? - Preguntó haciendo a un lado lo que tenía en la mano, se levantó y tomo mis mejillas para darme un beso - Por qué con el y no con Jeremías?

- Lo mismo me pregunté y respecto a lo otro no sé, dos o tres días quizás - deje que me besará como solo el sabe hacerlo me resulta excitante, sus manos viajaron a mi trasero, haciendome retroceder y caer en la cama, sus manos ágiles empezaron a desnudarme su tacto es suave....

- Quieres que te llevé? - terminé de peinarme y asentí, vi su reflejo por el espejo sonreía con los ojos entrecerrados - tengo una excelente vista desde aquí - Reí y salí de la habitación bajando rápidamente las escaleras.

Las cosas en el Buro no mejora siempre andan corriendo de un lugar a otro y las asistentes siempre andan con el cullicheo me resulta algo molesto e incómodo a veces, Llegue a mí oficina recogí lo que necesito y salí encontrándome con el Ministro en el pasillo lleva un par de carpetas en sus manos

- Capitana Brown ¿Todo listo? - asenti ojeando una de mis carpetas - Se que puede ser algo incómodo para usted el tener que compartir ciertos espacios con el Capitán Miller...

- No se preocupe, sé hacer bien mi trabajo - dije interrumpiendo lo que sea que iba a decir el asintió, llegamos a la pista de aterrizaje ahí estaba el Capitán Miller hablando con un soldado mientras qué Rous habla con Jeremías me acerqué a ellos para despedirme, Manici me dio un abrazo acompañado de un beso en la frente

- Cuídate mucho si surge algo no dudes en llamarnos - dijo y volvió abrazarme. Rous se acerco y depósito un beso en mis labios

- Szivem szerelme - acaricio mi mejilla y le di un último beso antes de empezar a caminar.

Los ladridos de Rex detuvieron mis pasos, venía corriendo en mi dirección baje rápidamente y me agaché para recibirlo, acaricié su pelaje

- Cuídate mucho por favor - le dije dándole un beso en la cabeza para luego levantarme - Cuiden de Rex por favor - Les dije a Jeremías y a Rous, estos asintieron

Me subí al Jet. Miller no demoro mucho en aparecer me puse unos Auriculares y empecé a leer el libro que traje conmigo.

Las semanas han estado un poco pesadas, corriendo de aquí para allá, haciendo operativo pequeños, haciendo trabajo investigativo e involucrandonos cada día más en todo lo que tiene que ver con las mafias, espero que está semana se pase rápido y podamos obtener buenos resultados.

El Buro de Londres nos recibió con felicitaciones y aplausos por lo que hemos logrado en poco tiempo no ha sido mucho pero vamos avanzando en todo esto, el cansancio se me nota a medida que voy caminando por los pasillos, estar aquí nuevamente me trae recuerdos.

Llegamos a la habitación que me asignaron y descansé hasta que sonó la trompeta me levanté rápidamente me di una ducha, desayuné y revisé el cronograma con las labores asignadas llegue al campo de entrenamiento, las tropas aún no llegan, solo me tocará evaluar a las mujeres después de terminar tendrán un enfrentamiento con los hombres que en estos momentos deben estar en preparación con el Capitán Miller

Llevan Veinte minutos de retrasó, odio con todo mi ser la impuntualidad es como si me dijeran que el color negro dejará de existir y solo me tocará usar ropa de color rosa.

Hermosa DestrucciónWhere stories live. Discover now