CAPÍTULO 42

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Estoy algo inquietas caminando de un lado a otro por toda la oficina tengo una pila de documentos que revisar pero no tengo cabeza para eso, el helado de Mora que me trajo Sandoval se derritió, no tengo ganas de comer ya se me quitaron tome una bocanada y de aire u empecé a teclear algo en mi ordenador rápidamente y mis ojos se cristalizaron, negué varias veces y salí de la oficina en busca de Julieta la vi organizando unos documentos y la tome del brazo

- Vamos a hacerlo - me miró sin entender y rode los ojos - vamos al hospital dijiste que me acompañarías a salir de dudas - sonrió y salimos corriendo el hospital militar no está tan lejos así que nos fuimos caminando con acautela.

Me hicieron los exámenes que necesito y pedí los resultados para enseguida, tuvimos que hacer un montón de cosas pero terminaron dándonos el si.

Estoy que me orino aquí mismo Julieta que tampoco ayuda camina de un lugar a otro se ve ansiosa.

- Arya Brown... - llamaron y salimos corriendo la enfermera nos miró y me ofreció el sobre le di con el codo a Julieta y este lo recibió, nos alejamos de todo

- Y ahora?...- me dijo y la mire mal, tengo el corazón en la garganta siento que estamos tardando mucho con esto

- Cómo que y ahora? Ábrelo - dije dando brinquitos

- Por qué yo? - le iba quitar el sobre pero se movió y empezó abrirlo con cuidado abrió la hoja leyó y cayó al suelo desmayada

- ¡Puta mierda Julieta! - Grité y un enfermero me ayudó a levantarla guarde la hoja sin mirarla - Ni ayudas carajo... - Pasaron unos minutos cuando se despertó y me miró como si no fuera real y sus ojos se cristalizaron - No me estás ayudando lo sabes ¿Cierto? - Asintió y se levantó el enfermero dijo algo que no escuché cuando salimos corriendo fuera del hospital ya tengo lo que quería y Julieta está bien, parece muerta pero está bien

- Si o no? - pregunté y ma miró perpleja

- No leí.. Estaba muy nerviosa- me di un golpe en la frente con mi mano no puede ser

- Eres bien pendeja - saque el sobre y lo abrí con cautela - Julieta... Estoy embarazada -  dije y la mire ella abrió su boca y espabilo - No...

- Pero tu dices que... - El auto de Misael se estación frente a nosotros y guarde de inmediato la hoja

- Qué hacen? - pregunto bajando la ventanilla

- Julieta se sentía mal y quisimos venir al hospital - Asintió y se bajó abrió la puerta trasera para Julieta está entro sus manos están temblorosas. Misael se giró y me escaneo con la mirada para luego abrir la puerta del copiloto, entre rápidamente me abroche el cinturón y lo vi subirse al auto para empezar a conducir.

Estoy nerviosa, el corazón se me va salir por la boca y Julieta que tampoco ayuda mueve su pierna de arriba a bajo está inquieta

- Dónde está Jeremías? - Pregunto sin mirara a Misael este la miro por el retrovisor con los ojos entrecerrados

- Está en casa... - dijo y ella asintió - ¿Pasa algo? - sin duda alguna voy a vomitar mi corazón y orinar mis riñones, suelten el león para que me lleve - Arya que sucede?

- Nada... Me estoy orinando - dije sin mirarlo

- ¡Y yo también!- dijo Julieta rápidamente

No ayuda...  Esta pendeja

Llegamos a casa y Julieta se bajó rápidamente entrando a la casa tome una bocanada de aire y negué, nos tocó solas ni modo subí las escaleras y me metí en mi habitación, me di una ducha con agua fría y salí con mi pijama puesta. Bajamos a cenar todos estaba en silencio hasta que llegó Jeremías y empezó hablar

Hermosa DestrucciónWhere stories live. Discover now