CAPÍTULO 36

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ARYA BROWN

Hace una semana volví a mis deberes se siente bien está de aquí y allá nuevamente. Mis padres y mi hermano se pasaron a una de las casa de seguridad de FEDIM no quisieron estar más aquí, la casa volvió a quedar sola, los abuelos de rous viajaron nuevamente está mañana.

Llegue a casa y dejé las llaves en el recibidor, Misael me informo que llegara un poco más tarde por lo que decidí cenar en la cocina con las mujeres del servicio.

Luego de terminar me di una ducha me puse la pijama y baje a pasearme por el jardín, por lo que termine en el patio trasero metida en la piscina solo en ropa interior, no hay nadie aquí así que no es inveniente.

El sol se está ocultando lo que nos hace saber que la noche está llegando se siente una paz que te hace pensar si algún día todo esto acabará y llegará la tranquilidad de verdad.

Me gire y me quedé estática cuando lo vi arrecostado en la puerta con su pantalón de pijama y las manos en los bolsillos, va sin camisa y me mira fijamente.

- Llegaste hace rato? - asintió caminando hacía mi con una toalla

- Está haciendo mucho frio aquí - me ayudó a salir de la piscina y me cubrí con la toalla, el recogió mi ropa y empezamos a caminar al interior de la casa. Todo está en silencio aquí dentro

- Puedes cerrar la puerta esa? Les tengo dicho que no dejen nada abierto... - caminé entrando a la habitación -Siempre dejan si no es una puerta es un cajón

Empecé a secar mi cabello con otra toalla

- La loca de mí ex se apareció en el restaurante donde estaba con Jeremías - me gire para verlo, se ve cansado - solo quería que lo supieras - asenti y caminé hacia el dándole un beso en la boca

-Está bien...- sus manos viajaron a mi cintura pegándome más el, pase mis brazos por su cuello profundizando el beso.

El calor invadió mi cuerpo lo que empezó con movimientos lentos, poco a poco se transformó en movimientos desesperados, la toalla que cubria mí cuerpo cayó al suelo y baje mis manos por su pecho hasta llegar a su pantalón pero me detuvo pegando nuestras frentes

- ¿Estás segura que quieres hacerlo? No hay prisa - Mire sus ojos verdes y asenti volvió a besarme de la misma manera, tan intensa, se deshizo de mi sostén llevándome a la cama

No tengo tiempo para pensar en otra cosa que no sea en el, en lo que está apunto de suceder y en lo que pasara después de esto. Mi cuerpo lo pide a gritos, pide su cercanía y tú tacto, lo pide a el

Sus manos recorren mi cuerpo deteniéndose en mis bragas acariciando mi zona por encima de la delgada tela trasando movimientos que solo hace que mí cuerpo quiera más, con movimientos circulares, lentos pero seguros logrando que escapen más gemidos de mi. Tengo la respiración acelera demasiado acelerado... No sé molesta en bajar mis bragas si no que las arranca.

Sonreí sobre sus labios sus besos desendieron lentamente por mi cuerpo llegando al valle de mis senos atrapando uno de ellos con facilidad, mientras qué con su mano busca mi entrada introduciendo sus dedos primero fue uno

Otro... Eché mi cabeza hacia atrás cuando sentí su dedo dentro de mi solté un jadeó arqueando mi espalda

Empezó a moverlos, con su otra mano le brindó la atención a mis senos.
Por todos los cielos... Busqué su boca logrando callar mis gemidos, metí mis dedos en su cabello dándole un leve jalón.

La presión es demasiada, sigue deslizando sus dedos en mi interior y su pulgar frota mí clítoris, el ritmo suave del principio se perdió los movimientos aumentan y la presión crece. Estamos solos en casa así que no pienso callarme

Hermosa DestrucciónDove le storie prendono vita. Scoprilo ora