CAPÍTULO 43

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El Coronel salió de viaje está mañana, tuvo que irse urgente a España a una reunión de última hora, no le dieron mucha información así que salió con el ministro a ver lo que sucedía, tampoco se cuando vuelven depende de que tan grande sea lo sucedido.

Me dijo que tenía prohibido manejar cosa que me molestó, no me gusta depender de nadie se hacer mis cosas, papá nos enseñó a depender de nosotros mismos sin importar a quien tenemos al lado.

Suspiré y termine de arreglarme Jeremías me espera a bajo, Misael dejo a un Soldado a cargo para llevarme a dónde sea que fuera y a otros dos a cargo de mi seguridad.

No entendiendo nada la verdad ha actuado muy raro en esta última semana, pero el resto todo va en orden o eso aparenta.

Me subí al auto de Jeremías y este empezó a conducir puede ver cómo el auto de los soldados va detrás de nosotros en una distancia prudente. Las cosas con Julieta y el van muy bien ha dejaron de pelearse a mí en lo personal me resultan muy chistosas sus peleas es que con Jeremías no sabes cuánto pueda durará tu auto control siempre sale con alguna pendejada ya sea para hacerte enojar o explotar de risa

- ¿Cómo se está portando mi sobrino? - me preguntó con la mirada fija en la carretera - He leído que puede ser muy doloroso

-¿Haz leído? - pregunté y asintió sonriendo - ¿Qué cosas estás leyendo?

-Libros de maternidad, revistas, manuales y todo eso - lo mire sin poder creer lo qué está diciendo - Quiero estar preparado, Julieta también anda loca viendo cosas para bebé

- Bueno ya es hora de que le hagas un hijo- empezó a reír y negó

- No, la ventaja de tener sobrinos es que los podré devolver cuando se fastidien y si tengo un hijo a quien se lo voy a devolver? - me dijo y negué -  si existiera la posiblidad de devolverlo al vientre de su madre lo haría es más  tuviera como diez hijos  - reí ante eso mirándolo

- Le has preguntado a Julieta si quiere?

- No hemos hablado de ello, ella no ha mencionado nada y yo tampoco. Quizás más adelante - dijo y asenti - no quiero equivocarme... - eso último lo dijo en voz baja soltando un suspiro y entiendo a que se refiere.

Sentimos un pequeño golpe en la parte de atrás del auto, pero Jeremías no presto atención solo miró por el retrovisor y suspiro. Golpearon nuevamente el auto con más fuerza, Jeremias resoplo negando se estacionó y bajo para mirar.

Dos hombres hicieron lo mismo y empezaron a hablar, Jeremías señala el auto los Soldados no se ven por ningún lado... No me gusta esto

Siento una leve presión en el pecho y mi corazón se aceleró cuando vi que le pusieron un arma a Jeremías en la cabeza. La puerta del auto se abrió un hombre me apunta con un arma trague en seco e intenté sacar la mía pero me detuve

- Quítate el cinturón y baja cuidado con hacer algo o te vuelo la cabeza - hice lo que me pidió y baje. Me agarraron por detrás poniendo un pañuelo en mi rostro tapando la nariz y boca. No me dio tiempo de reaccionar cuando me metieron a una camioneta, a lo lejos puede ver cómo golpeaban a Jeremías y mis ojos se cerraron.

Todo pasa en mi mente como imágenes y solo me repito las mismas preguntas ¿Dónde está Jeremías? ¿Cómo está Jeremías?

No puedo moverme estoy atada con correas, acostada en una cama solo hay una pequeña ventana por la que entra Luz y puedo darme cuenta que es de noche, en la habitación no hay muchas cosas un armario una mesa que sirve como escritorio una silla y la cama donde estoy acostada.

¿Dónde estoy?

Tengo un maldito nudo en la garganta, tengo la presión en el pecho y un dolor de cabeza tan horrible las cadenas me molestan, quiero gritar pero no puedo tengo una mordaza...

Hermosa DestrucciónWhere stories live. Discover now