O3 : Sentar Cabeza

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Después de dejar a Lexi en su casa Carlos toma rumbo directo hasta su penthouse, fue una noche agradable, hace varios días que no pasaba tiempo con sus amigos, principalmente porque es difícil que los siete coincidan. El regreso de George fue la excusa perfecta para reunir a todo el grupo, una brillante jugada del español, quien propuso la salida.

Desde que Sainz inició su relación ha tenido poco tiempo para convivir con los demás, diría que esta reducción también afectó a su mejor amigo, pero realmente no es así, Lando y Carlos hace rato que tomaron algo de distancia, específicamente desde cierta aparición.

¿Quien lo diría? En definitiva el universo es cómplice de la pareja, porque ¿Qué probabilidades había? De todos los destinos a los que Carolina podía llegar, precisamente acabó ahí, en Mónaco.

Cuando Carlos regresó de su viaje a Reino Unido, la española ya había desaparecido, y uno creería que las cosas volverían a la normalidad, sin embargo eso no sucedió, porque ahora fue turno de Sainz para sorprender al rizado.

Lando estaba acostumbrado a la disposición de Carlos con él, en dos años de conocerse siempre fue el español a su lado, siempre fue el mismo Norris orbitando alrededor del madrileño. Él no conocía la versión enamorada de Sainz,y por lógica jamás cruzó su mente las consecuencias que aquello traería para él, mejor dicho, para su amistad.

Ahora fue Lan quien terminó desplazado, limitado a las sobras de atención, esto no le causó ninguna gracia, no obstante, poco duró su enfado por el robo descarado de su mejor amigo, pues no pasó mucho tiempo hasta el regreso de cierta española.

Así están las cosas, la reunión en el Blue Gin fue la primera vez en varios días desde que Lando y Carlos se vieron, sabiendo eso, quizá podemos justificar las actitudes tan... Cariñosas el uno con el otro.

El madrileño lleva una pequeña toalla en sus hombros para que las gotas de su cabello húmedo no lleguen al suelo, una ducha nocturna siempre le resulta idónea para conciliar el sueño.

Termina de secar su melena, y prácticamente está listo para acomodarse en la cama, cuando su celular vibra sobre la mesita de noche.

Norrisio

Carlossss

00:24

No tengo sueño

00:24

¿Estás con tu novia?

00:24

Juega conmigo, anda

00:24

Una partida ¿Por favor?

00:25

Lo siguiente que recibe es un link de acceso. Carlos debería poner aunque sea un poco de resistencia a la insistencia, porque a diferencia del menor, él sí tiene un trabajo al que asistir mañana, sin embargo, no sucede, el español ya está encendiendo su PC y buscando los cascos en su estudio.

- ¿Interrumpí? - La voz juguetona de Lando invade sus oídos cuando se conecta a la llamada y coloca sus auriculares.

- Solo mis horas de sueño, cabrón - Carlos le sonríe a la pantalla, una lástima que no se trate de una videollamada. Por el canal de voz Norris solo puede conformarse con imaginar la expresión de felicidad en el rostro ajeno.

 Por el canal de voz Norris solo puede conformarse con imaginar la expresión de felicidad en el rostro ajeno

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