BLIND! ❥ carlando

O7 : Salto al Vacío

- ¿Por qué Mauricio quiere que haga la compra? - Norris cruza sus brazos sobre el pecho, está claramente indignado, no obstante, todavía camina diligente hacia el pasillo de lácteos.

Detrás del británico Max empuja un carrito del supermercado, Charles se mantiene a la altura de este.

- Bueno... - Leclerc ríe - Ayer te vomitaste la alfombra de mi sala, es lo mínimo que puedes hacer - El burlado se gira inmediatamente y entorna los ojos.

- La verdad, si yo fuera él te dejaba durmiendo en el jardín - Max se encoge de hombros - con que estuvieras a la vista es suficiente -

Lando restriega las palmas de sus manos contra el rostro, buscando sofocar el suspiro que más bien suena como un pequeño grito desesperado.

- Joder, no puedo creer que haya bebido tanto - Norris lloriquea - ¿Creen que Carlos haya visto? - Una pregunta tan específica como esa, es la culpable de ideas tan descabelladas en la mente de los otros dos.

Max y Charles se miran entre sí compartiendo una mirada cómplice.

- ¿Y si le preguntamos? - Max señala detrás de él cuando llegan al pasillo de pastas y sopas, la sangre en las mejillas abandona completamente a Norris en cuanto se gira, Sainz está ahí, de pie al otro extremo, aunque no va solo, se encuentra cómodamente acompañado por Lexi. La pareja no repara en su presencia, así que Lando aprovecha para esconderse, arrastrando a sus amigos con él.

- Todo la semana estuvo con ella - El británico murmura entre dientes - Ayer YO lo invité al club después de no vernos y ahora está aquí de lo más feliz - Max y Charles se sorprenden un poco, pues la repentina molestia que invade al menor les toma descuidados - Claro que no tiene idea de que casi vómito mis intestinos - Norris arruga su nariz como muestra de disgusto - ¿Qué clase de amigo es ese? a puesto que ni siquiera notó cuando me fui de la maldita cabina - Claramente se trata de un reclamo

- Es su novia, no puedes culparlo por darle la prioridad que una pareja merece - Charles lleva una mano sobre los hombros del menor intentando hacerle razonar.

Norris tiende a decir cosas impulsivamente, pero la rabia que emana ahora se siente como un rencor mal guardado.

El monegasco enfrenta un déjà vu, dado que una situación bastante similar ocurrió cuando Lexi recién se mudó a Mónaco y el tiempo de calidad entre Carlos y Lando de vio afectado.

- Pero yo soy... - El tono inicial de Lando es una declaración, sin embargo, Max y Charles observan el momento en que la expresión en su rostro decae un poco y termina la frase con un curioso desanimo o resginación - su mejor amigo - Ninguno de los dos está comprendiendo bien la situación del menor, por lo menos no de la forma razonable y moralmente correcta.

El trío se queda en silencio, Lando está observando la interacción al final del pasillo, Lexi se encuentra abrazando cual oso al español, quien apenas alcanza a sonreír y acariciar el cabello ondulado.

Por otro lado, Charles y Max estudian a Norris, bastante interesados, a decir verdad más confundidos que atentos.

- ¿Sucede algo, Lando? - Es Max quien decide interrumpir el silencio.

El menor del grupo muerde sus labios en un gesto nervioso, hace un momento tomó el típico paquete de strofwaffles que tanto le gusta, no obstante, justo ahora parece odiarlos, pues ejerce una presión en ellos que estruja la bolsita.

Si navegamos en la mente del británico encontraremos un caos completo, ni siquiera Lando sabe como identificar lo que ahí acontece.

Para este punto ya conocemos a Norris, jamás soltaría palabra de sus sentimientos, aquella vulnerabilidad una vez más será reprimida.