𝑳𝑨 𝑪𝑨𝑹𝑬𝑵𝑪𝑰𝑨 𝑫𝑬 𝑪𝑶𝑵𝑻𝑬𝑴𝑷𝑳𝑨𝑪𝑰Ó𝑵

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Hace unos cuantos días, mi maestro de filosofía me mostró, o más bien, me contó que las personas hoy en día están entregadas a la ingenuidad, a lo fácil, al tutorial. Que hemos perdido por completo la capacidad de vislumbrar el panorama totalmente abierto, y hemos renunciado al ejercicio enteramente contemplativo que tal vez pudimos llegar a tener en algún momento. Más ahora que la amenaza sumada con el sentimiento creciente de derrota se hace cada vez más presente en las juventudes, puesto que están presenciando como son reemplazados incluso en el aspecto laboral.

Las cosas no siempre tienen que verse con dos enfoques, no siquiera con tan solo unos cuantos, debemos ser capaces de ver las cosas con un enfoque mayor, saber detenernos y darle un espacio al momento de profunda crisis y sin sabor existencial. Porque eso nos lleva al acto de completa catarsis, eso es lo que nos define como humanos.

Si lo vemos por el estilo de lo que decía Byung-chul han en su obra, la sociedad del cansancio. Donde plantea que nos hemos vuelto una sociedad más dependiente, más entregada a causas efímeras y pérdidas que solo nos consumen nuestro tiempo y nos agotan en nuestra misión de vivir plenamente. Donde el sentimiento que oprime a las personas no es el de sentirse constantemente vigilados, cosa que proponía Kant, sino que es ALGO que nos manipula y controla desde dentro. Por lo que a mí respecta veo que ese algo encaja perfecto con el poder que le hemos atribuido de forma lenta y culposa al mundo digital.

Porque qué cosa más controladora que un agente externo que no siente y que no nos juzga por nuestras decisiones, solo, nos muestra lo que queremos ver... una y otra, y otra vez. Nos convertimos en entretenimiento para otros que al mismo tiempo son entretenimiento de alguien más y al final. Nos volvemos el patio recreativo para algo que ni siquiera existe ni podemos identificar como algo cercano a nosotros, y todo lo opera desde el más apático actuar.

Esto lleva al miedo comprensible, pero no cuando empieza a trastornarse patológico, más cuando todos los expertos te recuerdan que aún somos lo suficientemente incapaces de crear un ente lo bastante dotado de consciencia y control de sí mismo como para acabar con nosotros. Porque sí, es aterrador cuando escuchamos que las inteligencias artificiales más recientes pueden apoderarse de las profesiones poco a poco, pero, nos hemos preguntado ¿Alguna vez el ser humano ha pensado en qué hacer si una de sus creaciones empieza a adoptar una conducta que no debe?

Pues sí; sí que se ha reflexionado, de hecho, cuando una IA empieza a tener una serie de conductas, su software es reiniciado o incluso desmantelado por completo. Ya entrando en el debate interesante que hace a muchos que eran amantes de la tecnología, que esta misma está arruinando nuestro mundo, todo debido a la polémica que se ha hecho tendencia sobre inteligencia artificial logrando hacer el trabajo de cientos de profesionales. Pasando por todas las ramas, desde las humanidades y los idiomas, hasta el diseño, la programación, la escritura y las matemáticas.

Realmente hay que opinar en este punto ¿Realmente esto es algo malo? Depende en el sentido que lo mires. Si es por el lado de los actuales profesionales que se sienten amenazados por el supuesto apocalipsis que supone que las IAs puedan realizar labores de sus respectivas carreras con tanta facilidad, los lleva a creer que se quedarán sin empleo y por ende, en ese sentido es malo. Por el lado de las personas que buscan resolver las cosas de forma más sencilla, más inmediata y que tratan de no estancarse en resolver problemas mundanos, pues entonces este punto no es un problema.

Entiendo que para un diseñador, escritor, investigador, audiovisual, matemático, físico, historiador y experto en idiomas puede ser un problema. Más cuando le sumas que la mayoría de personas son personas que a duras penas trabajan con un computador, porque otro gran porcentaje de esos trabajadores son personas demasiado jóvenes y que viven asustadas con que la inteligencia artificial los va a dejar sin trabajo. Ahí es donde considero que estamos fallando de forma estrepitosa.

Pues justamente para ese tipo de personas se me formula una pregunta ¿Por qué en lugar de preocuparse tanto por si va a perder su posible empleo, más bien no toma control de la situación y aprende a usar la IA a su favor? Justamente es esto, todo el mundo dice "las inteligencias artificiales son malas para la educación" decía mi viejo maestro de investigación. A ver profe, si el investigador en cuestión usa una IA para buscar artículos más rápido, pues listo, se puede decir que no está desarrollando capacidad investigativa, y si el chat le da una información a medias y la pone aún así en su proyecto, entonces es culpa del estudiante, pero si luego usted lo revisa y lo da por bueno entonces el problema también es suyo.

Al punto al que quiero llegar es que lo que las personas no quieren admitir a estas alturas de la vida es que siempre va a ser culpa del ser humano; más aún cuando se trata de casos en los que está involucrada una inteligencia artificial, pero no, dejamos todo lo maravillosamente contemplativo que puede contener el aprovechar a una herramienta y solo nos disponemos a criticarla sin más.

Somos una sociedad cansada, pero que va al mil por hora, que siempre dice tener estrés constante, pero al mismo tiempo crítica a todos aquellos que les dicen "oye, deberías descansar más a menudo". Una sociedad que en cuanto a formas de progresar y reaccionar al progreso se ha quedado corta, queremos llegar a marte y democratizar el carro eléctrico, pero en cuanto estado anímico estamos igual que en la época del carbón

Por ello, en esa pasada conversación llegué a la conclusión con mi maestro de que las cosas deben cambiar, debe cambiar el ejercicio de aprendizaje para las nuevas generaciones. Darles un enfoque contemplativo de la realidad en la que viven. Donde los muchachos puedan expresar realmente lo que quieren ser y hacer, no permitir que se sometan desde tan pronto a un mundo virtual que solo les come el cerebro. No todos están preparados para asumir ese mundo tan pronto y mucho menos buscar su lugar en él.

Darle espacio a las artes, a los ejercicios reflexivos, espirituales, más no religiosos, a la gratitud, el medio ambiente y a como poder vivir con plenitud de felicidad a pesar de las adversidades de la vida. Obviamente, estoy consciente de que las ciencias exactas también deben ser abordadas, pero también digo que ya va siendo hora de bajarlas del pedestal en el que llevan casi doscientos años en cuanto la academia se refiere.

Entiendo lo importante que debe ser saber sobre matemáticas, física y química, pues al final de todo, son elementos que se encuentran presentes en todos los aspectos de la vida, hasta en los artísticos. Pero realmente debemos empezar a evaluar sin chistes, ¿Esto realmente sirve para la vida? Si la respuesta es un no, entonces se debe limitar a mostrarse ligeramente al estudiante y luego. Pasar a otro tema.

Está bien que todos esos aspectos sean importantes, pero justo a eso va la pregunta ¿Cuándo te estresas, haces algo empírico o algo analítico? Es decir, cuando te encuentras estresado, ¿Pintas o haces un cálculo? ¿Escribes o tratas de resolver una derivada? Ese es el punto al que voy, debemos usar para esa clase de elementos la inteligencia artificial, no únicamente como un solucionador de problemas y simplificador de tareas, sino también como un método de aprendizaje.

Debemos ser más contemplativos con el mundo que nos rodea, pues la contemplación nos lleva a la curiosidad, la curiosidad a una duda o problema que necesita ser resuelto, y la solución nos lleva al entendimiento. El entendimiento es sinónimo del saber, y el saber nos lleva a ser libres y a tener el control de nuestros propios destinos, controlar nuestro destino nos lleva a mayor número de momentos de felicidad y la felicidad bien equilibrada con la desgracia y mezclada con la gratitud, nos lleva a la plenitud.

Este es un teorema de vida, algo que solo debemos comprender una vez descubras la majestuosidad del verdadero descanso, de lo que se halla en las cosas sencillas y que no requieren de grandes fortunas para poder presenciar y disfrutar. Solo debes salir y contemplar. 

La carencia de contemplaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora