V. Katniss Everdeen?

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LOS DIAS PASABAN Y COMENZABA A TORNARSE TODO MSS EXTRAÑO, PODÍA VER A ANNABETH DISTRAÍDA A LUKE PRESIONARSE MÁS

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LOS DIAS PASABAN Y COMENZABA A TORNARSE TODO MSS EXTRAÑO, PODÍA VER A ANNABETH DISTRAÍDA A LUKE PRESIONARSE MÁS.

Mi cabeza giraba y comenzaba a sentir mi cuerpo pesado más que de costumbre, todo daba vueltas.

Las palabras dichas en mi cabeza resonaban con fuerza, además de que se habían añadido más frases con los pasos de los días.

«La luz necesita el dolor
para ver su fortaleza»

«Mientras la traición se acerca,
la tormenta florece y el viento
habla»

«El sol deberá encontrar su luz
y no dejarse apagar por él»

¡Debemos ir a escuchar lo que le dirá el señor D a Percy, Melody! — Me voltee, aún sentada en la entrada de la cabaña, no ví nada.

— ¿Dónde estás Annabeth? — Murmuré aburrida, poniendo mi mano en mi mejilla —. Tú sola puedes desaparecer, yo no.

— Vamos, ya lo pensé — Sentí un tirón del brazo y como alguien me había levantado —. ¿Recuerdas lo que había dicho Quirón? Está es nuestra oportunidad de una misión y él es el elegido.

— ¡Yo no quiero la misión, Annabeth! — Por culpa de las pesadillas que habían comenzado a atormentarme, apenas podía dormir más que dos horas por día —. Ni siquiera puedo dormir bien, ¿cómo lo ayudaré?

— Mel — Annabeth se quitó la gorra de los Yankees y me miró, su mirada detonaba preocupación —. Encontraremos una solución juntas, siempre lo hacemos.

— No lo sé — Murmuré cruzandome de brazos y mi mirada baja, la chica había frenado nuestro paso —. No si haya está vez y no quiero dejar a Luke solo.

— Melody, por favor — La insistentencia en su mirada me hizo suspirar, siempre lograba convencerme —. No quiero hacer esto sola, no puedo. Es algo de las dos, tú y yo, Melody.

— Vamos — Dije poniendo mis ojos en blancos, sentía mis ojos un poco pesados, producto de no haber dormido aún.

Ambas caminamos rápido y una vez dentro, me escondí entre unas sábanas que había encontrado, intentando aguantar la respiración lo más que podía.

— Bueno, bueno — Retuve mi respiración aún más al escuchar a Dionisio hablar, sintiendo mi corazón acelerado —. Nuestra pequeña celebridad.

Mierda — Susurre con mi asentó marcado.

— Acércate — Escuché al señor D nuevamente pronunciar, intente observar entre las sábanas, pero no lograba ver nada —. Y no esperes que me arrodille ante ti, mortal, sólo por ser el hijo del viejo barba.

LOVER - PERCY JACKSON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora