Visita oportuna

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Pov de Freen.

Cada vez la entendía menos.

A ratos era linda y amable conmigo y enseguida me volvía a tratar distante y cortante.

Después de estar bastante tiempo hablando solo de negocios, me di cuenta que estaba lloviendo y que ya era un poco tarde para mí porque tenía que regresar a mi casa manejando la moto.

-Creo que me voy a tener que ir. -Comenté.

Ella me miró y luego miró hacia afuera.

-Está lloviendo. -Contestó. -¿No prefieres esperar?

-No parece que vaya a dejar de llover pronto.

Ella hizo un gesto de aceptación.

-Maneja con cuidado. -Dijo.

Asentí y comencé a recoger mis papeles para dejarsélos a ella e irme después.

Me levanté y ella me llamó de nuevo.

-¿Podría avisarme cuando llegues? -Pidió.

Sonreí por dentro.

-¿Te preocupas por mí? -Cuestioné burlonamente.

-Como lo haría por cualquier ser humano. -Respondió.

La miré con duda y sonreí.

Me subí a mi moto y arranqué.

Durante el camino hacia mi casa, noté que todo estaba demasiado resbaloso por la lluvia.

Traté de manejar lo mejor que pude pero justo cuando estaba a unas calles de mi casa, la moto patinó dejándome completamente tirada en el piso.

No me había lastimado gravemente, pero el brazo izquierdo me dolía demasiado.

Unas personas que estaban a los alrededores se acercaron y me ayudaron a levantarme.

Tomé la moto de un lado con mi mano derecha y la lleve caminando hasta mi casa.

Llegué y observé a Nam sentada en una de las bancas afuera esperándome.

Había olvidado que hoy regresaba del viaje.

-¡Freen! -Exclamó levantándose rápidamente para acercarse a mí. -¿Qué te pasó?, ¿Estás bien?

-Nada serio. -Aseguré. -Me caí de la moto.

-Tienes un raspón en la frente. -Comentó. -¿Te duele algo más?

-El brazo. -Admití.

-Es mejor que te lleve al hospital para que te revisen. -Sugirió.

-Nam, no es necesa... -Me interrumpió.

-Deja de ser tan terca y sube al carro. -Ordenó.

Asentí.

No tenía opción.

Al llegar al hospital, me atendieron la herida de la frente y me pusieron un yeso en la muñeca.

Me la había fracturado.

Estaba demasiado molesta, no podía permitirme tener una lesión.

Sabía que no podía hacer nada al respecto, pero tenía demasiado trabajo como para pausarlo.

Normalmente, tenía que hacer cuentas y porcentajes y además firmar a menudo y justo la mano que me había fracturado era mi mano dominante.

Salí del hospital con Nam y me llevó de nuevo a mi casa.

Ella entró conmigo.

-Vas a tener que tomarte unos días en lo que te recuperas en poco. -Comentó.

-Tengo demasiado trabajo. -Respondí. -Tomarme unos días es imposible.

Almas Reencontradas - FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora