Like We Just Met - Johnil

IV. Amor

¿Qué era el amor?

Taeil se lo preguntaba desde la película que vió junto a la señora Myoryon un lunes por la mañana, cuando Seohyun lo sacó del departamento por haberse portado mal y servirse leche sin permiso y lo dejó deambulando por el edificio hasta que la mujer lo encontró y la acompañó a dejar a Johnny al colegio.
Para él, el amor era lo que sentía al abrazar a su mami y acompañarla a hacer las compras. Era decirle que se veía muy linda con los vestidos nuevos que ella escogía.
Era ir al parque con su papá y jugar por horas, compartiendo un helado gigante al final. Era dormir en medio de ambos cuando tenía una pesadilla y cenar juntos mientras veían el televisor.

No sabía si ahora el amor era limpiar el departamento cómo mejor pudiera para que Tennie estuviera cómodo. No sabía si era llevar a su primito a hacer sus necesidades cuando requería ayuda. Quedarse solo en casa hasta que su primo volviera del colegio y su tía del trabajo, pues no creía regresar pronto al jardín de infantes.

Quizás el amor eran los besos que su tía dejaba en las heridas y moretones que ella misma le causaba. Tal vez el amor eran los momentos donde Ten estaba presente y ella se veía obligada a tratarlo de manera decente y servirle también un poco de comer.

- ¿En qué piensas cielo? Estás muy calladito.

Myoryon había estado espiando disimuladamente la hora en que Seohyun abandonó el departamento para irse al trabajo para ir a recoger a Taeil. No le gustaba que se quedara solito toda la mañana y ese día decidió consentirlo con un waffle de frutas y lechita de fresas.

- En nada. Uhm. Esto está lico.

- Qué bueno que te gustó. Cuando llegue Johnny del colegio les prepararé sopita de fideos y pescado a la mantequilla.

Taeil le sonrió, mostrándole todos los dientitos. Myoryon se percató de que el niño evitaba apoyarse sobre un brazo y se movía con dolor entorno a el, por lo que le hizo tomar una de las pastillas para dolores musculares que Johnny tomaba cuando estaba adolorido.

- Cariño ¿Por qué no vas a la cama de Johnny y descansas?

- Uhm ¿Puedo jugait con sus cosas?

- Si amor. Ve.

Taeil hizo un poco de desorden, pues sacó la colección de cochecitos del mayor y jugó con ella en el tapete de pista que tenía, sin embargo, el medicamento surtió tanto efecto que se quedó dormido profundamente, descansando como hacia semanas no hacía.
Cuando despertó notó que la luz del día era distinta: similar a la que siempre aparecía por la ventana en la hora que Johnny estaba cerca de llegar de la escuela. Tenía muchas ganas de verlo y jugar con él, por lo que bajó de la cama dando saltitos.
Su bracito ya no le dolía mucho. Era más soportable.

- Me quedé doirmido.

Anunció a la mujer, que cocinaba muy concentrada. Al escucharlo ella le pellizcó una mejilla y asintió.

- Ve a lavarte las manitas y después me ayudas a poner la mesa ¿Okay? El transporte de John está por llegar.

Él asintió obediente, yéndose lo más rápido que pudo al baño. Lavó bien sus manos llenas de heridas, esperando que a ellos no les molestara que una de ellas sangraba con frecuencia. Se secó con un trozo de papel y salió de ahí con una enorme sonrisa porque escuchó la puerta abrirse y cerrarse, señal de que Johnny ya estaba en casa.

Sin embargo, no era Johnny quién había llegado a verlo.
Era Seohyun.

- No te molestes con él. Yo fui quién lo invitó ¿Verdad cielito?

Taeil mordió su labio inferior, asintiendo con la cabeza.

- No se preocupe señora Suh. Usted fue muy agradable. Tae despídete y dile gracias.

- ¿No dejas que coma aquí? Mi hijo tenía ganas de jugar con él.

- Ya no quieres dar más molestias ¿Verdad Tae?

El niño asintió, sabiendo que si no obedecía todo sería peor. Se acercó a Myoryon y la abrazó por las piernas.

- Glacias. Adiós.

- Adiós nene. Cuídate mucho.

El amor tal vez era su tía tomándolo de la mano con dulzura hasta que se encerraban en el departamento y lo llevaba a la habitación. Entonces se transformaba en algo horrible, en una persona fuera de sí descargando en él su enojo con la vida, golpeandolo con cualquier cosa que pudiera lastimarlo profundamente y dejarle marcas en zonas que nadie más vería. Era Seohyun mordiéndolo cuando intentaba apartarse.
Taeil terminó tan cansado que se hizo bolita en el suelo hasta que el llantó lo adormeció. Se preguntó si era normal, se preguntaba si cuando uno pierde a sus papis está bien que te traten así.

☾๋࣭ ⭑𓃮

Cuando tomó consciencia de sí, fue gracias a las frías baldosas de la habitación de Ten. Miró a su primo durmiendo plácidamente en la cama, mientras que él, como ya era costumbre, dormía a sus pies, cubierto con una cobija ligera.
Sorbió por la nariz, levantándose con todo el sigilo que pudo. Seohyun había sido lo suficientemente gentil de llevarlo ahí. Se fue hacia la sala de estar y se puso de rodillas frente a la ventana.

Su boquita formó un puchero al ver la enorme luna tan cerca. Sus papis le decían siempre que él era su lunita.
Pero últimamente le daba miedo observarla estando solo. Le parecía inquietante.
Se acercó a la puerta y sin pensarlo demasiado, la abrió para salir de ahí rápidamente. Sus mejillas estaban otra vez empapadas.
Quizás el amor era la señora Myoryon dejando la puerta abierta para que pudiera entrar. Quizás era el aroma a canela y lavanda del departamento de sus vecinos y la tranquilidad que se sentía apenas entraba a ese amoroso hogar.

Esa madrugada su definición de amor fue a Johnny dejándolo entrar a la cama sin pedirle explicaciones a pesar de lo extraño de la situación y de lo mal que se encontraba. Fue Johnny poniéndole una sudadera calientita y calcetines limpios para dormir.
Fue Johnny abrazándolo y cuidándolo como si fuera su hermano mayor, siendo valiente y haciéndose cargo de él aún cuando también era un niño.

El amor tenía muchas formas y él no quería olvidarse de como se sentía. Johnny le besó la frente y le prometió que siempre estarían juntos. Y pudo recordar lo que en verdad era el amor.